CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Lo más destacable del siniestro de inundación en colonias y poblados de Canatlán derivado de los desbordamientos de arroyos fue el gran trabajo desinteresado de instituciones y particulares en apoyar a personas y familias afectadas, tanto en la cabecera municipal como en algunos poblados.
Uno de ellos es Jesús Gurrola Venegas, quien acompañadlo de un grupo de aproximadamente 15 jóvenes recorrió colonias y fraccionamientos ubicados en la ribera o cerca del arroyo Mimbres, ofreciendo su servicio de manera desinteresada y noble, lo mismo acarreando muebles que haciendo limpieza a través de un hidro, quitando sacos de arena y aquello que se ofreciera en cada vivienda.
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Entrevistado la mañana de domingo, destaca el gran espíritu solidario que observó en esta intensa jornada de tres días, sobre todo el miércoles, cuando decenas de tractores y su respectivo remolque hacían servicio social de manera personal, individual, al igual que las instituciones de gobierno.
Destacó a los fraccionamientos Jardines, Arboledas y Profesora Soledad Álvarez como los más afectados, en lo que a su recorrido se refiere, donde prácticamente el ciento por ciento de las viviendas sufrieron inundación, dañando de manera marcada el patrimonio familiar.
Reiteró que seguirá trabajando durante el domingo y los días que se requieran, con el solo compromiso de servir, mencionando el respaldo que recibe de su patrón, quien vive fuera de Canatlán, así como el gran espíritu de servicio de los jóvenes que le acompañan.
Por separado, la Maestra Guadalupe Ivonne Álvarez Sifuentes, directora del Colegio de Bachilleres informó del apoyo recibido del plantel hermano, ubicado en el municipio Santiago Papasquiaro, consistente en paquetes alimentarios, despensas muy variadas, una labor coordinada por el ex director José Ángel García Barraza, quien de manera generosa coordinó entre quienes fueron sus alumnos este grupo de apoyo a familias de Canatlán.
Estuvimos recorriendo colonias, fraccionamientos y comunidades rurales, llevando el apoyo, jornadas de intenso trabajo de todo el personal, padres de familia y sobre todo alumnos, era emotiva la manera en que sacaban dinero de su bolsa, llevaban despensas, pan, para de manera comprometida entregar a los afectados por este siniestro de lluvias y desborde de aguas del arroyo Mimbres.
