CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Un domingo de zozobra vivieron fruticultores del municipio de Canatlán, Durango, cuando el pasado 18 de julio se registró una “granizada” de gran intensidad en la cabecera municipal y en una franja en la zona manzanera.
Jorge, reconocido productor de la pomácea, dijo que fueron 20 minutos de intenso granizo los que registró una franja entre las carreteras Francisco Zarco y Panamericana, en la colindancia de los ejidos San José de Gracia y J. Guadalupe Aguilera.
Empezó a las 19:10 horas y terminó a las 19:30 horas, dijo el ex directivo de la Unión de Fruticultores, detallando que al recorrer el camino observó como en algunas huertas el granizo formaba pequeñas colinas, situación que provocaba gran tristeza y zozobra por el riesgo de que se pierda la fruta del trabajo de todo el año, en un momento.
Productores como Gildardo Ramírez y Alfonso García mencionaron que no se registró siniestro en las localidades donde tienen sus plantaciones, que son Santa Cruz de las Huertas y la zona de Las Macheras, respectivamente.
Por su parte, César Gallegos dijo que al iniciar a caída de granizo se trasladó de inmediato a su huerta, en el ejido Canatlán, donde afortunadamente no llegó el tan temido siniestro.
En la región manzanera de Canatlán es muy bajo el porcentaje de huertas que tienen mallas antigranizo, una estructura muy necesaria para resguardar la fruta de la caída del granizo, pero también un equipo muy caro, fuera del alcance del bolsillo de la gran mayoría de los fruticultores.
En la noche de domingo a lunes se repitió la caída de granizo en la zona urbana de Canatlán, que al igual que el primero, registraba granizo del tamaño de una canica, que golpeaba ventanas y los vidrios de los vehículos estacionados.
En esta situación nos quedamos solo con “el Jesús en la boca”, pidiendo a Dios que libre a las huertas del granizo, ya que se corre el riesgo de perder todo en un momento y quedarse solo con los adeudos que originó el trabajo aplicado en las huertas, mencionó uno de os entrevistados.