GÓMEZ PALACIO, Dgo. (OEM).-Se reanudan las misas presenciales con estrictos controles de seguridad en materia de salud, así como la restricción a un número determinado de feligreses, pues en catedral de Guadalupe sólo ingresan como máximo de 120 a 130, obligatorio el cubrebocas y la sana distancia.
Sólo se habilitó un acceso a la Catedral y fue por la puerta principal, mientras que los accesos laterales estaban bloqueados, esto con el objetivo de que los feligreses pasaran por el filtro sanitario instalado e integrado por jóvenes y adultos del Consejo Pastoral de la Diócesis de Gómez Palacio.
Una vez que llegaban los feligreses, estos debieron portar cubrebocas, de lo contrario no se les permitió el acceso, además se les tomó la temperatura y se les aplicó gel antibacterial, también a las personas mayores de 60 años, menores de edad y personas con algún padecimiento cronicodegenerativo se les invitó a presenciar la misa a través de internet.
Como se informó oportunamente, las misas presenciales a partir del domingo, fue con un aforo del 30 por ciento de feligreses en cada iglesia, de ahí que en la catedral de nuestra señora de Guadalupe solamente se permitió la asistencia de entre 120 a 130 personas, mismas que fueron acomodadas en toda la iglesia para fomentar la sana distancia.
El vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio, padre Julio Carrillo Gaucín mencionó que antes de cada misa se aplicó un sanitizante, por ejemplo en catedral antes de las 08:00; 10:00 de la mañana, así como a las 12:00 del medio día, a las 13:45, 18:00 y 20:00 horas, “Fue satisfactorio reanudar la santa eucaristía con la asistencia de fieles devotos”, agregó.
Aunque, resaltó, “Hemos extremado precauciones y seguimos las indicaciones del sector salud, pues lo que queremos también es evitar más contagios y que esta pandemia por el Covid-19 termine, pero debemos unirnos en oración para nuestro Señor nos ayude a salir más pronto de esta contingencia sanitaria”.
Entre las acciones que se realizan para evitar el contacto de las personas, fue que no se permitió el tradicional saludo de la paz, sólo se hizo una reverencia a distancia, a los que acuden a comulgar, la sagrada ostia se depositó en las manos de la persona para que a su vez la lleve a su boca.