CANATLÁN, Dgo. (OEM).- El cultivo de manzano en la región frutícola de Canatlán tiene un potencial para seguir siendo predominante, lo que requiere es la innovación en sus sistemas productivos, variedades y la proyección de la huerta como una empresa.
Así lo destaca el canatlense Ramón Delgado Campos, al recorrer la huerta “María”, en honor a su madre, plantación ubicada en el predio Las Tlazoleras, en la parte noreste de ciudad Canatlán.
Contrario a voces pesimistas que hablan de una fruticultura en decadencia y sin futuro, Delgado Campos, reconocido cardiólogo y presidente suplente del ejido Canatlán, destacó que como en toda actividad empresarial y productiva, la fruticultura requiere de una innovación que le permita ser competitiva, rentable y empresarial.
La primera representa el buscar producciones que permitan al fruticultor estar a la par en el mercado, para aprovechar las condiciones de mercado que representa tener una cosecha adelantada a otras regiones frutícolas, a través de variedades que representen aprovechar mejor las condiciones de tierra, agua y cosecha.
Como ejemplo, muestra las plantaciones de los nuevos árboles Geneva en alta densidad y variedad Última Gala y Top Red en una de sus plantaciones, de tres años y ya en producción.
“Estos árboles tuvieron una producción de 5.5 toneladas/ hectárea en este tercer año de haber sido plantados”, mencionó.
Se plantaron a 1.5 metros X 3.5 metros o sea 2000 plantas/ hectárea, con un sistema de “conducción “ en espaldera y formación “Tall Spindle", como en Washington y Europa, pero también en chihuahua y ahora en Canatlán donde estamos siendo pioneros, destacó.
Cada huerta debe tener el trato de una empresa, en sus cuidados, inversiones y producciones, destacó el entrevistado que con solo una hectárea de manzana en alta densidad y con un paquete tecnológico adecuado, una familia puede sostenerse económicamente durante el año.
Debemos cambiar esquemas que ya no son viables ni tampoco costeables, por aquello de costo / producción, se cuenta con las condiciones óptimas para que la fruticultura no solo siga sino se transforme y mejore, que la manzana no solo sea un símbolo de Canatlán sino un cultivo que represente progreso y bienestar a las familias, destacó Delgado Campos.