GÓMEZ PALACIO, Dgo. (OEM).- Las altas concentraciones de arsénico en el agua de la región lagunera han representado una problemática de salud que es estudiada por investigadores para evitar problemas biomédicos mediante la aparición de enfermedades, principalmente cancerígenas. Quien lidera los estudios toxicológicos en esta área es el investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJED, Gonzalo García Vargas, e indica que el principal reto para la disminución del arsénico es el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a mitigar el problema.
García Vargas explica que las acciones de los gobiernos estatales y municipales, en conjunto con la Comisión Nacional del Agua han sido positivas, principalmente a través de la instalación de filtros colocados a pie de pozo, pues “realmente logran disminuir las altas concentraciones de arsénico en el agua” indica, sin embargo, la tecnología aplicada, al ser importada, se vuelve costosa al paso de los años, principalmente por el algo costo del mantenimiento de los filtros, por lo que explica que “los estudios en los centros académicos e instituciones de investigación en esta zona debería ir enfocada al desarrollo de tecnologías propias”.
“La principal pregunta es ¿cómo generar tecnologías para disminuir el arsénico en el agua, pero que sean aplicables en términos económicos?”, resalta el investigador de la UJED y agrega “si queremos disminuir el problema del arsénico de una manera sostenible, la apuesta deberá ser la generación de nuestra tecnología, para que sea más accesible y derivada de patentes mexicanas”.
Si bien las altas concentraciones de arsénico son una situación de salud pública que los gobiernos están atendiendo, García Vargas propone que se desarrollen proyectos de financiamiento a la investigación para la generación de patentes nacionales y que los mismos gobiernos accedan a esta tecnología a precios preferenciales.
El investigador indica que al menos en la región lagunera, la problemática del arsénico está ampliamente documentada “ya sabemos dónde hay arsénico, los efectos para la salud y las enfermedades que provoca”, sin embargo, resalta que “la solución al problema del arsénico está en la aplicación de tecnologías que no sean una carga económica que al tiempo se vuelvan insostenibles, como ha ocurrido en otras zonas donde los filtros a pie de pozo carecen de mantenimiento”.
El experto puntualiza que las medidas tomadas por el gobierno para la disminución del arsénico “son efectivas pero costosas, por lo que es necesario desarrollar tecnología propia que resulte sostenible a largo plazo”.
En los últimos años, el investigador de la FACSA-UJED ha realizado trabajos sobre la contaminación por arsénico en el agua de la región lagunera, estudios que analizan no sólo la calidad de agua sino los efectos que la presencia de este metal tienen en la salud de los habitantes, así como la predisposición a contraer una enfermedad cancerígena.