GÓMEZ PALACIO, Dgo. (OEM).- El Aborto siempre será un atentado contra la vida de un inocente, de ahí que la postura de la iglesia católica siempre será la misma, es decir, no estamos a favor del aborto, declaró el vicario general de la diócesis de Gómez Palacio, Padre Julio Carrillo Gaucín.
Se le cuestionó sobre el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quien avala la interrupción del embarazo en caso de una violación sin la necesidad de que la víctima presente una denuncia, mencionó que se deben aplicar penas más severas a la persona que se le compruebe que he cometido una violación, pero no se debe terminar con la vida de un inocente.
Comentó que, “lo que nos preocupa no sólo es que se interrumpa la vida, sino también que sea solamente por una denuncia verbal, pero la pregunta sería, ¿dónde está el victimario?, comprobarle el delito, o acaso ya no será un delito la violación”.
Sin embargo la Iglesia Católica siempre ha propuesto que si alguna mujer se embaraza y no quiere dar a luz o no quieren al bebé, pues como decía la madre Teresa de Calcuta, “no los maten denmelos”, pero además en la actualidad hay muchas instituciones que pueden recibir a los bebés y por su parte los pueden dar en adopción a una pareja que no pueda concebir y que si los quiera para educarlos y hacerlos personas de bien.
“Lo injusto del aborto es, por qué el inocente siempre tiene que pagar las consecuencias”, señaló el padre Julio Carrillo.
A pregunta expresa respondió “la bioética nos dice que al momento de que hay unión entre el óvulo y el espermatozoide comienza una nueva vida y no necesariamente como lo indica la legislación en la Ciudad de México que a partir de las 12 semanas ya hay vida y eso no es cierto“.
Para concluir, el padre Julio Carrillo dejó en claro que no se trata de condenar sino de educar, de ahí que tenemos que invertir más tiempo en la educación de los hijos y sobretodo, poner penas más severas si hay una violación, pero que no se llegue a terminar con la vida de un inocente, sino a detener y juzgar al victimario.