RODEO, Dgo.(OEM).- El empoderamiento de la mujer en el municipio de Rodeo es una realidad, pues ha sido un avance lento pero real. Se puede observar en áreas como la política, educación, salud, economía, entre otras.
Así coinciden en señalarlo Mary Amaya, presidente municipal; Alejandra Fernández, jefa de la Jurisdiccion Sanitaria #4 y Wendy Ramírez, directora de la EST #29, en charla con El Sol de Durango, en el marco del Día de la Mujer.
La presidente María de la Luz Amaya Parra, mejor conocida como Mary Amaya, menciona que desde el año 1950 se ha venido luchando para que la mujer tome el lugar que pertenece y se ha ganado con el tiempo.
"El hombre y la mujer son pilares y debe existir un equilibrio de poder. En la presente administración de gobierno municipal un sesenta por ciento de los espacios lo ocupan mujeres".
Enfatiza que el posicionamiento que la mujer ha logrado no es una moda, es un derecho, y ha sido un gran avance. La presencia de la mujer es sólida, la moda solo es relumbrón.
Hemos brindado barreras
Por su parte, Alejandra Fernández Mata, titular de la Jurisdicción Sanitaria #4, destaca que hay un empoderamiento real de la mujer, se observa en municipios como Hidalgo, Indé, Rodeo, San Luis del Cordero y Ocampo.
Rodeo, es una de las zonas en las que se ha marcado un gran cambio, con liderazgos de mujeres en el gobierno municipal; en el Instituto Mexicano del Seguro Social; Universidad Tecnologica de Rodeo, Cbta # 172; ITD unidad a distancia; EST #29, Recaudación de Rentas; Caja Solidaria Nuevo Ideal y Cámara Nacional de Comercio, y la cuenta sigue, aclara Alejandra.
Las mujeres podemos con la casa, con el esposo, con los hijos y con el quehacer profesional o actividad económica que realicen, como parte o totalidad del aporte económico al hogar y la familia, resalta la profesionista.
Asimismo, Wendy Ramírez recuerda que además de la capacidad y resultados en el tema laboral-profesional, la mujer tiene la muy alta responsabilidad de ser madre, formadora de sociedad, con múltiples responsabilidades en el hogar, y en los distintos roles que desempeña.
Las trabas a la mujer no las pone el hombre sino una sociedad crítica; luchamos contra nuestra propia cultura, nuestro propio concepto cultural, menciona Ramírez.
No es fácil dar el brinco, lo hacemos armadas de valor. Las mujeres somos bien hechas, no somos ingrediente, somos platillo fuerte, puntualiza.