CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Un año ganadero marcado por la irregularidad, con lluvias que se resisten a llegar, abrevaderos secos o con escasa agua, y agostaderos prácticamente agotados, es la perspectiva compartida por Édgar Vargas Delgado, presidente de la Asociación Ganadera local de Canatlán.
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Con un enfoque analítico y evitando el extremismo, Vargas Delgado señala que hasta la fecha actual, sábado 12 de agosto, el panorama parece ser más desafiante que el año anterior, ya que el ciclo de lluvias actual no favorece el crecimiento ni la maduración de los pastos.
El 2022 podría ser recordado como un año con buenas precipitaciones; aunque llegaron en su mayoría de manera cercana en el tiempo, permitieron el llenado de los abrevaderos, los cuales hoy se encuentran prácticamente secos, contando únicamente con el agua acumulada de las lluvias registradas hace aproximadamente un mes.
Los propietarios de los animales se ven obligados a transportar agua en pipas, y aquellos que habían llevado su ganado a pastar en la sierra ya lo están retornando debido a que los pastos han quedado resecos. En la actualidad, existe una sequía que se ha extendido durante dos meses, con todas las implicaciones que esto conlleva.
Un aspecto positivo que destaca es la favorable cotización tanto en el mercado nacional como en el internacional, lo cual brinda la posibilidad a los productores de mantener a sus animales. Los precios varían entre los 130 y 160 kilogramos para el ganado de menor tamaño, dependiendo del comprador y las negociaciones, llegando a alcanzar de 60 a 63 kilogramos en el mercado nacional.
La atención también se dirige hacia los ciclos agrícolas y la época de siembra autorizada, ya que si se llega al día 15 de agosto sin completar las siembras, puede resultar en un impacto negativo en la producción de forraje, agregó.
La ausencia de lluvias está generando una baja calidad en el pasto y, como consecuencia, el rebrote de pasto será de inferior calidad, advierte.
En este contexto, se sugiere buscar la venta oportuna, aprovechando los actuales precios favorables y descartando aquellos animales que no resulten productivos, como las vacas mayores que ya no se encuentran en condiciones de parir, finalizó Vargas Delgado.