CANATLÁN, Dgo. (OEM).- El basurero o tiradero de basura de la cabecera municipal de Canatlán, Durango, presenta un foco de contaminación en el área colindante sobre todo en las partes norte y poniente, que es hacia dónde van los vientos dominantes y provocan el “ voladero” de plásticos y de humo.
Al realizar un recorrido por el sitio, se observa gran cantidad de basura, sobre todo plástico alrededor del perímetro del basurero, donde una barda perimetral no permite detener las bolsas de plástico que se acumulan en huizaches y toda clase de vegetación ubicada en parcelas al norte, oriente y poniente del lugar.
La ciudad de Canatlán y localidades donde se hace el servicio de recolección de basura por parte de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, genera un aproximado de entre 40 y 50 toneladas de basura a la semana, de acuerdo a la información proporcionada por Mauricio Benítez Calderón, titular de la dependencia citada.
Menciona que en el basurero laboran 10 “pepenadores”, lo cual representa disminuir el volumen de basura acumulada en el espacio destinado como basurero, además de la basura que “pepenan” los propios trabajadores en los camiones recolectores.
La situación de afectación y contaminación que ahí se genera es tema que lleva en el escritorio del gobierno municipal desde hace muchos años, donde las protestas de los propietarios de un rancho ganadero ubicado en la parte oriente se han mantenido a través de muchos años, siendo la última el pasado día 26 de enero, cuando en protesta cerraron el acceso de los camiones recolectores al tiradero.
En infinidad de ocasiones, personal de la administración municipal, concejales y voluntarios han realizado acciones de limpieza en el exterior del basurero y también en el camino de acceso, incluido el lecho del río La Sauceda, donde personas irresponsables o inadaptadas acostumbran a tirar su basura, lo que genera extensos basureros.
El manejo adecuado de la basura es una asignatura pendiente en Canatlán, un problema que las autoridades municipales en los últimos treinta años no han podido solucionar y que cada vez pareciera crecer más.