Gómez Palacio, Durango (OEM).- Cera del mediodía cientos de hermanos migrantes lograron por fin abordar el ferrocarril, mujeres, niños y hombres de distintas edades abarrotaron el lomo de “La Bestia” mientras en las faldas de las vías varias personas se acercaron a brindarles algo de alimentos y agua para que lograran hacer más ameno el trayecto.
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Este martes derivado de unas maniobras que se realizaron en las inmediaciones de la colonia Carrillo Puerto, a un costado del Instituto 18 de Marzo tras volcarse un vagón del tren que transportaba granos y alimento para ganado, la locomotora se detuvo y los indocumentados aprovecharon para en estampida abordar el lomo de la locomotora.
Cabe mencionar que algunos de los ‘hermanos migrantes’ llevan ya varios días esperando a que un tren se detuviera para poder subir y continuar con su trayecto en busca del “sueño americano”.
A un costado de las vías, agrupaciones religiosas y personas de buen corazón, se acercaron de manera desinteresada para brindarles algo de alimento y agua, ellos, mencionaron que aunque sea una pieza de pan puede ser de mucha ayuda para las mujeres y niños que van montados en medio del acero y el ruido incesante de la locomotora.
Sandra Vázquez, una mujer que acompañada por amigos y familiares montaron una mesa para brindarles un poco de alimento a los hermanos migrantes, relató que son varios los días en que ellos acuden a este sitio.
“Nosotros llegamos como a las 9:30 de la mañana, trajimos algo para desayunar, más o menos les dimos como a unas 100 personas, dio la casualidad que empezó a pasar y se detuvo el tren, nosotros venimos dos veces por semana y cada que venimos hay más de 80 o cien personas”, detalló.
Uno de los hermanos migrantes explicó que en su trayecto los dejaron abandonados entre la selva, “nos dejaron botados dos días entre la selva, nos recogieron, volvimos dos días más sin alimentos, con hambre, con insolación, vienen niños sufriendo sin bañarse, enfermos, gracias a Dios el tren se paró”, relató.
Varios de ellos tienen viajando desde hace seis meses, gran parte de los hermanos migrantes vienen acompañados por sus familias.
John, un joven de aproximadamente 26 años, viene acompañado por su joven esposa y su niña de aproximadamente siete años, reconoció que es un riesgo que se tiene que correr, por eso abandonaron Venezuela.
“Lo complicado es que uno pasa mucha hambre aquí en este tren, y de la inseguridad que uno lleva, no es seguro aquí, como uno va aquí, nos enfrentamos a todo, las consecuencias que tiene que ver con todo, porque uno no sabe lo que le va a pasar a uno, es un riesgo que uno va tomar por el bienestar por la familia, mientras que sea un futuro, hay que buscar el futuro para la familia de uno”, añadió.
El ferrocarril, partió repleto de migrantes aproximadamente pasadas de las once de la mañana de este martes 119 de marzo.