CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Con el fallecimiento de Ramón Martínez Valenzuela se cierra un capítulo muy importante del periodismo de sociedad en Canatlán, en una forma siempre positiva de resaltar las actividades, logros, proyectos y acciones de quienes forman parte de la comunidad canatlense.
Ingeniero agropecuario, profesión que no ejerció, a cambio de hacerlo en lo que fue su pasión y entrega, escribir el pulso de los aconteceres sociales, siempre dispuesto con las personas de todos los estratos económicos, que acudían a él para anunciar algún hecho en familia, en la escuela, en el quehacer.
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Siempre haciendo mancuerna, para la publicación de su columna “Puré de Manzana”, con la compañera Betty Mata, editora de sociales de El Sol de Durango, manteniendo una positiva comunicación laboral, con los cambios derivados de la tecnología, de la entrega física del escrito, al envío por fax, después y al final, vía internet.
Se le recuerda con su carácter reservado pero ameno en aquellos encuentros, convocados por el entonces jefe de redacción Jorge Ibáñez Ascencio, el encuentro navideño donde convivían corresponsales, colaboradores y directivos, con la presencia de quienes hacían posible la sección estado y también quienes entregaban El Sol en la región.
Hoy, Ramón se vuelve a encontrar con algunos de ellos, como Filemón Torres Bonilla y Arturo González, entre otros, que al igual que “Monchis”, ya descansan en paz.
La tarde de este sábado, Ramón rendirá tributo a la madre tierra, luego que se realice la misa de cuerpo presente en el templo parroquial de Canatlán, a partir de las 16:00 horas para enseguida, ser enterrado en el panteón municipal.
¡Hasta siempre, compañero solero!