TORREÓN, Coahuila. (OEM).- Al reafirmar su confianza en el papel que realiza el Mando Especial de Seguridad en La Laguna y respaldar por tanto su permanencia, los gobernadores Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila y José Rosas Aispuro Torres de Durango se pronunciaron abiertamente a favor de que prevalezca la presencia de los soldados en las calles, al reunirse con los representantes designados por el nuevo Gobierno Federal en ambas entidades.
Lo destacaron así ambos mandatarios luego de su participación en la sesión del Consejo Interestatal de Seguridad Pública celebrada este martes precisamente en el cuartel sede del Mando Especial, donde a favor de la seguridad “reforzamos nuestra disposición de trabajar bajo los lineamientos que designe el Gobierno Federal”.
Riquelme Solís compartió en ese sentido que la disminución de la incidencia delictiva ha sido tangible como resultado del trabajo estratégico que coordina el Ejército a través de dicho Mando, de ahí que se considere pertinente la continuidad de esta figura.
Destacó que tanto en Coahuila como en Durango se sigue buscando la presencia de los militares sin que preocupe la creación de la Guardia Nacional, ya que en ambos estados Queremos al Ejército en las calles apoyando las estrategias, y reconocemos lo que se ha hecho por parte del Mando Especial
Por otra parte, reiteró que él y su homólogo duranguense mantienen firme su compromiso de seguir realizando a favor de la seguridad en La Laguna inversiones como la que se concretará en la parte de Coahuila para la compra de 350 cámaras de videovigilancia que estarán enlazadas al C4 y que cumplirán con su propósito con el respaldo del C5 con sede en la capital de Durango.
Por su parte Aispuro Torres planteó que los gobiernos de los dos estados vecinos han manifestado total apoyo al Ejército Mexicano y su interés de establecer coordinación con los delegados federales, para que a partir de la suma de esfuerzos se puedan mejorar las condiciones de seguridad.
Consideró que es importante que la gente recuerde la situación que se vivía hace seis o siete años en la región para tomar conciencia de cómo es que las cosas han mejorado, en el entendido de que “no quiere decir que estemos ya exentos de la comisión de delitos, pero creo que hoy vivimos una situación mucho mejor, y el compromiso es trabajar juntos con el Gobierno Federal, los gobiernos municipales y con la sociedad”.