PÁNUCO DE CORONADO, Dgo. (OEM).- Reunidos en el salón ejidal de esta comunidad, un grupo de ciudadanos originarios de la población, negaron de manera rotunda que la compañía minera canadiense ubicada en la comunidad de San José de Avino, continuará con la construcción y puesta en marcha de la presa de jales, la cual sirve para depositar los residuos del trabajo realizado con el material minero.
En esta reunión asistió el subsecretario de la Secretaría de Gobierno del Estado, José Luis López Ibáñez, el alcalde Mauricio Gándara González, personal de la empresa minera y un grupo de aproximadamente 70 personas originarias de la comunidad de Pánuco de Coronado, quienes después de escuchar la explicación técnica de la empresa minera, en la cual aseguran que no habrá devastación de la naturaleza, que no se contaminarán los mantos friáticos, así como que no habrá ningún efecto negativo en la salud de la población, pero la explicación no sirvió de nada puesto que la comunidad les pidió que buscaran otro terreno donde poner su presa de jales, más no en ese lugar que queda en la parte alta cercana a la población de Pánuco de Coronado.
Los representantes de la mina explicación que en esa empresa se tienen 480 empleos directos, tres mil 360 indirectos y una derrama económica mensual por más de cuatro millones y medio de pesos, todo lo que se pudiera llegar a perder si por esta negatividad del pueblo se cierra el trabajo permanente de la mina, a lo que los habitantes señalaron que no les interesaba, porque ellos asegura que su salud está en riesgo y esa no tiene precio, recalcaron.
El alcalde Mauricio Gándara González, fue claro al señalar que su trabajo en esta ocasión es de ser conciliador en el problema, reconociendo que de cerrarse la mina sería un golpe fuertísimo para la economía de la región, puesto que es la segunda fuente de ingresos más importante que se tiene, siendo la primera las remesas de los paisanos, pero también reiteró su compromiso de apoyo a la ciudadanía en el cuidado de la salud, aunque las dependencias de Profepa y Semarnat aseguran que no hay ningún riesgo para la salud de los pobladores.