Pocos jornaleros aplican medidas sanitarias en albergue de Canatlán

Las familias que de los jornaleros y los trabajadores realizan sus actividades sin usar el cubrebocas o respetar la distancia

Marco Rodríguez | El Sol de Durango

  · sábado 14 de agosto de 2021

Pocos jornaleros agrícolas aplican medidas sanitarias en albergue de Canatlán/ Foto: Marco Rodríguez | El Sol de Durango

CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Muy poco se usa el cubrebocas en el albergue para jornaleros agrícolas del municipio de Canatlán, Durango, a pesar de haber niños en el lugar, quienes al igual que los adultos, realizan sus actividades sin utilizar la medida preventiva recomendada para evitar contagios de Covid-19.

Al realizar recorrido por la mañana, cuando los trabajadores están a la espera de ser contratados o de que pasen por ellos para trasladarse a los trabajos del campo, se observó que son exageradamente pocos aquellos que acostumbran a usar la prenda recomendada por autoridades sanitarias y municipales.

Se conoce a través de fruticultores, que se les entrega cubrebocas cuando llegan a la huerta a realizar labores de pizca, como es el caso del productor Octavio Gutiérrez, aunque en su caso, los trabajadores son nativos de ciudad Canatlán y localidades vecinas.

Pocos jornaleros agrícolas aplican medidas sanitarias en albergue de Canatlán/ Foto: Marco Rodríguez | El Sol de Durango

Entrevistada al respecto, Manuela Quintana Gracia, integrante del comité que coordina el albergue, dijo que de manera puntual personal de la Dirección Municipal de Salud realiza acciones de información y prevención, se distribuyen cubrebocas, gel antibacterial y se pide a la gente cuidar la sana distancia.

Sin embargo, ni los trabajadores que vinieron exprofeso al corte del espárrago proveniente de los Estados de Chiapas y Oaxaca ni tampoco quienes llegaron a la pizca de la manzana acostumbran a usarlo aquí en el albergue, menciona la informante. Los primeros se los colocan cuando salen al campo, pero aquí no, reiteró.

Por la tarde, la parte externa del albergue se convierte en un tianguis, al colocarse diversos puestos de venta de ropa además de la congregación que se hace en el parque infantil ubicado justo a la entrada de las instalaciones que alojan a cien jornaleros y a 20 niños actualmente.

Niños y adultos se mezclan entre puestos y parque, olvidando la sana distancia y el uso de cubrebocas.