CANATLÁN, Dgo. (OEM).- A menos de un veinte por ciento de su capacidad se encuentran estancias infantiles, como La Manzanitas, al reabrir puertas en la llamada nueva normalidad que se vive en la presente contingencia sanitaria.
Con diez años de experiencia y una situación nueva que se vive en todo el mundo, la directora Lucy Quezada García menciona que hoy, al igual que hace diez años, es volver a iniciar.
Recordó que luego del cierre del programa federal que las apoyaba, el año pasado, se continuó trabajando hasta el pasado día veinte de marzo, cuando debido a la situación emergente contra el Covid-19 cerró sus puertas la estancia.
En ese entonces, hace ciento diez días, la estancia daba servicio a cuarenta y dos niños, número que disminuyó significativamente ahora al reabrir puertas, comenzando con once, número igual al que tenía hace diez años, cuando inició este proyecto, recuerda la entrevistada.
Menciona que el cupo de sesenta niños que tienen las instalaciones se mantuvo hasta el mes de febrero del año pasado, cuando cerró el Programa de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras y padres solos, implementado por el Gobierno federal.
Al cerrar bajó mucho la matrícula; Quezada García, menciona que durante el programa los padres de familia pagaban una cuota de ochenta pesos a la semana, misma que al desaparecer, el costo semanal aumentó a doscientos cincuenta pesos cantidad que se mantiene hasta la fecha.
Este costo da derecho a proporcionarle a cada niño dos comidas calientes y una colación, refrigerio, entre ambas.
Cuestionada sobre riesgo de contagio de Covid-19 al interior de la estancia, respondió que el riesgo está en todos lados y no solo en la estancia, donde se toman medidas sanitarias, se siguen los protocolos de higiene, lavado y desinfectado del interior, juguetes y utensilios, mientras que el personal con su uniforme solo dentro del inmueble.