CANATLÁN, DGO. (OEM) .- La parroquia San Diego de Alcalá con sede en la cabecera municipal, reanudó los servicios religiosos bautismales mensuales suspendidos en marzo pasado, por motivo de la contingencia sanitaria del Covid-19.
Este sábado 3 de octubre, el templo parroquial abrió puertas para recibir a ocho nuevos bautizados, quienes llegaron acompañados de sus padres y padrinos, todos con su respectivo cubrebocas.
En la puerta fueron recibidos por personal de la parroquia, que los esperaban para medirles la temperatura, entregarles gel antibacterial y las instrucciones del protocolo sanitario a seguir.
Mientras que en las bancas había un letrero donde se encontraban las instrucciones conducentes, bajo el encabezado de "Por su seguridad y la de todos".
Una banca, de aproximadamente tres metros, estaba destinada para los padres y siguiente para los padrinos, para mantener la sana distancia.
Las medidas protocolarias se mantuvieron durante la ceremonia, y una banca quedó vacía entre cada uno de los grupos padres / padrinos, como medida precautoria.
Durante el ceremonial se mantuvo el uso del cubrebocas, una acción nunca registrada en este multicentenario templo, enmarcada por la pandemia que se mantiene desde hace poco menos de siete meses en Canatlán.