Gómez Palacio, Durango (OEM).- Con el ánimo de que se siga conservando la memoria de los hechos que se registraron en la época revolucionaria a partir de 1910 y hasta su conclusión en 1917 con la promulgación de la primera Reforma, el Recinto Revolucionario mantiene sus puertas abiertas a las nuevas generaciones.
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El profesor de carrera y cronista de la ciudad, Darío Valenzuela Luna que está cerca a cumplir 90 años edad, hace la más cordial invitación a todo el público en general para visitar este sitio que aunque reducido en espacio reúne un tesoro invaluable en historia en datos y documentos.
Darío Valenzuela Luna, custodio y promotor del Recinto de la Revolución, hizo una invitación para que la ciudadanía visite el sitio ubicado en el cruce de las calles Hidalgo y Mártires de 1910.
Resaltó que por indicaciones de la Presidenta Municipal Leticia Herrera Ale, este inmueble histórico se mantiene como un lugar para que las actuales generaciones conozcan los sucesos que derivaron en la consumación de la Revolución Mexicana.
Explicó que el espacio era el punto de reunión de los revolucionarios de la Comarca Lagunera, que en 1910 se sumaron al movimiento armado contra la dictadura de Porfirio Díaz.
Expuso que, en memoria de los acontecimientos históricos, el recinto fue rescatado en 1996 y hasta la actualidad se mantiene como testigo del movimiento revolucionario que nació en Gómez Palacio.
El también Cronista Municipal, destacó el apoyo de la administración encabezada por la Presidenta Municipal Leticia Herrera Ale, para mantener este sitio histórico que preserva la memoria del proceso revolucionario
Ante ello, señaló que el Ayuntamiento de Gómez Palacio conserva la memoria de los hechos ocurridos durante la Revolución Mexicana, en el Recinto de la Revolución, lugar que puede ser visitado de manera gratuita si se quiere conocer su exposición permanente de documentos, fotografías y artículos alusivos a este movimiento social.
Valenzuela Luna, compartió que se cuenta con documentos históricos y un acervo de historia que es invaluable que es indispensable que las nuevas generaciones conozcan a los que los antecedieron.