CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Desde este martes y mañana miércoles 13 de noviembre, Canatlán estará celebrando su fiesta religiosa patronal, una tradición que marca más de 226 años plasmados en escritos y libros que reflejan una región con legado católico muy marcado.
La presencia religiosa, Franciscana y Diocesana en Canatlán se percibe y hace presente en la historia de la región, como se anota en el archivo franciscano de Zapopan, Jalisco, plasmados en el libro Historia de Durango, del ilustre historiador y licenciado Ignacio Gallegos Caballero, así como en los propios archivos de la Parroquia de San Diego de Canatlán, que de unas décadas a la fecha es la Parroquia de San Diego de Alcalá.
En Historia de Durango se anota el nombre de Frailes que estuvieron al frente de la Misión, instalada en Canatlán, que a principios del Siglo XVIII se transformó en vicaría, entre ellos estuvieron Fray Juan de Argüelles (en el año de 1693), Fray Pedro de Portillo (1694), Fray Antonio de Lazcano (1697), Fray Francisco de Guadiana (1699), de nuevo Fray Antonio de Lazcano (1700), Fray Francisco de Cangas (1702), Fray Antonio de Lazcano (1704), Fray Francisco de Cangas (1705 -1707).
En este período, San Antonio de Durango, en la capital del estado, se declaró Convento y su vicaría anexa San Diego de Canatlán.
Fray Agustín García estaba de vicario en Canatlán el año de 1734, Fray Basilio Sánchez en el año 1739, Fray Miguel de Celaya en el año 1747, Fray Juan de Larrea en el año 1749 y Fray Miguel de Celaya vuelve a aparecer como el vicario en el año de 1754, siendo ésta la última ocasión que se menciona al convento de San Diego de Canatlán.
En el año de 1859, la vicaría Franciscana fue elevada al rango de Parroquia Foránea, en un tiempo en que Durango vivía épocas políticas intensas, que se observan al paso de gobernadores como Juan José Subízar, Marcelino Murga, Miguel Cruz Aedo y José María Patoni.
En investigación realizada por quien escribe, en los Libros de Bautismos de la parroquia de San Diego de Canatlán se encontró que el Presbítero Don Ignacio Luis Nájera era el párroco en el mes de agosto del año 1897, quien estuvo durante cinco años, hasta el día 22 de diciembre de 1897, cuando llegó para hacerse cargo de dicha responsabilidad el Presbítero D. Jesús Loya.
Por este motivo, se encontró la anotación, fechada el 22 de diciembre de 1897, que dice: “Por orden de Nuestro Excelentísimo Señor Arzobispo, Dr. Santiago Zuribía y Manzanera, entregué el presente libro al Señor Cura D. Jesús Loya.
San Diego de Canatlán, diciembre 22 de 1897”
Con la firma de ambos sacerdotes al margen.
De entonces a la fecha, por la parroquia han pasado, como responsables de la misma y pastores del pueblo católico de Canatlán los Presbíteros Pedro Lugo (interino) en el año 1901, siendo relevado en el año 1902 por el Padre Luis Batis, quien en los años de 1916 y 1920 tuvo como curas interinos a Joaquín Holguín y a Juan Castro.
El año 1922 llegó a su fin el trabajo pastoral del Señor Cura Luis Batis, luego de veinte años de servicio al frente de la parroquia, sucediéndole el Padre Juan Castro, hasta el año de 1935, con la llegada del Pbro. Juan Alcázar, como párroco encargado.
El día 22 de julio de 1940 el Canónigo Don Justo B. Cázares recibió la administración de la parroquia, según oficio del Exmo. Señor Arzobispo don José María González y Valencia.
El mes de enero de 1951 el Padre Francisco Parra tomó la responsabilidad de la Parroquia, ante la inesperada muerte del Señor Canónigo Don Justo B. Cázares, quien fue velado en el propio templo parroquial.
El Señor Cura Parrita, como se le conoció de estimación, estuvo al frente hasta el mes de octubre de 1958, cuando entregó la estafeta al Padre Pedro Ordaz y fue otro mes de octubre, pero del año 1962, cuando el Presbítero Don Jesús Rivas fue nombrado nuevo Párroco.
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Fueron 10 años los que el Padre Rivas estuvo como responsable de la Parroquia, período en que laboró en Canatlán el recién ordenado sacerdote Héctor González Martínez, quien estuvo como Vicario del año 1965 a 1968. El Padre Héctor, como siempre se le conoció, es actualmente el Arzobispo de Durango.
El mes de junio de 1972, la feligresía canatlense recibió con júbilo la llegada del Padre Maclovio Mireles, como nuevo Pastor del pueblo católico, durante 13 años en su responsabilidad, siendo relevado por el Presbítero Gabino Conde Márquez, en el año de 1985.
El día 3 de abril de 1988 llegó el Padre Apolinar Ordaz Arredondo, quien realizó intensa labor pastoral y misionera, siendo cambiado a la Parroquia de Santa Catarina de Tepehuanes, llegando en su lugar el Padre Ricardo Rosales Flores, el mes de enero de 1995. El Padre Ricardo estuvo anteriormente como Vicario, el año de 1969.
El mes de junio del año 2001 llegó a Canatlán el Presbítero Ambrosio Arámbula Herrera a tomar la responsabilidad de la Parroquia de San Diego de Canatlán, acompañado en los quehaceres pastorales por el Padre Carlos Zúñiga Lares, como Vicario Cooperador, quien llegó por primera vez a Canatlán el día 24 de septiembre del año 2000 y luego de un período fuera, al ser nombrado párroco en un municipio de la región noroeste, el Padre Carlos regresó a esta bella tierra.
Actualmente el párroco es el presbítero José Martín Favela Rodríguez.