CANATLÁN, Dgo. (OEM).- El sesenta y seis por ciento de la manzana ingresada a refrigeración se ha comercializado y esperan siga dándose el desplazamiento de la fruta en el mercado, dijo José Raúl Ramírez Rodríguez, gerente de la Integradora Regional de Productores de Manzana de Canatlán.
A punto de cerrar la temporada de tres meses y veinte días de que consta el contrato de refrigeración, cuya inicio fue el día 15 de agosto y cerrará el cuatro de diciembre, el desplazamiento promedio de cajones tipo pálet es de cincuenta, equivalente a veinte toneladas de fruta.
La Integradora captó un total de cinco mil cuatrocientos pálet, que representan dos mil ciento sesenta toneladas de manzana, de las cuales quedan a la fecha en frigorífico mil ochocientos pálet, igual a setecientas veinte toneladas.
A pregunta de qué sucederá después del día cuatro de diciembre, cuando termine el plazo del contrato, José Raúl respondió que el consejo decidirá los costos del servicio, que incluirán los gastos de operación a través de convenios mensuales.
La IRPMC le apuesta a que a los productores y acopiadores que refrigeran su fruta les vaya bien, por lo cual el servicio se mantiene hasta donde es posible, recordando que la manzana es un producto perecedero que debe de estar en las mejores condiciones al salir a mercado. Se busca el “ganar – ganar” y en su caso el proteger a los fruticultores.
Actualmente el mercado está deprimido, en lo que a la manzana se refiere, la gente compra sobre todo productos de primera necesidad, la manzana no lo es, esperándose que al entrar la temporada vacacional decembrina y haya mayor derrama económica aumente la comercialización, dijo el funcionario.
Recordó que en el presente año aumentó la producción en la cosecha en comparación con el año pasado y lo mismo también la fruta que ingresó a las cámaras refrigerantes. En el año 2018 el ingreso fue de 3, 400 pálet y en el actual la cifra aumentó a 5, 400.
Por esa misma razón los precios de compra también disminuyen, de acuerdo a la ley de oferta y demanda, pero siempre habrá la esperanza para el propietario de la fruta que haya mejor cotización en el mercado, que siempre dependerá de la oferta del consumidor final.