REGIÓN DE LOS LLAOS DE DURANGO (OEM). -Las esperanzas de los campesinos de poder sembrar frijol y obtener una buena cosecha para subsistir con sus familias, se están terminando, ya se le califica al año agrícola 2023, como catastrófico, pues la sequía a sido muy larga y dichas esperanzas ya se terminaron.
- Te recomendamos: Por sequía posponen torneo de pesca en Simón Bolívar
Entrevistados diferentes productores de frijol de la región de los llanos, coincidieron en señalar que, al 18 de agosto del 2023, ya este año se puede calificar como catastrófico para los productores de frijol, los que lograron sembrar en las primeras aguas, ahora tienen una planta casi muerta por la falta de agua, los agricultores que recibieron la semilla de frijol subsidiada del gobierno del Estado, esperaban que para máximo el 15 de agosto se presentarán las lluvias, a 18 no hay agua y el panorama es muy drástico, dijeron.
En la gran mayoría de la región, donde se encuentran los municipios de Peñón Blanco, sur de Cuencamé, Poanas, Pánuco de Coronado y Guadalupe Victoria, la situación de sequia es ya alarmante, no hay agua y sin agua resulta muy difícil sembrar, y se corre un altísimo riesgo de perder todo lo que se pueda invertir en los trabajos de la tierra.
Se está en espera primero -dijeron- que llegue algo de lluvias, después que el gobierno federal o estatal pueden tener algún programa emergente de semilla de avena, pues ya es la única oportunidad de poder sembrar algún producto, con la avena se podrá vender o mínimo tener alimento para ofrecer al ganado, la situación de alimentación en las familias será muy crítica, drástica, pero con la decisión de un Dios, recalcaron, no se discute, solo se busca la manera de seguir adelante.
La ganadería también se encuentra en una severa crisis, y muchos ganaderos del sector social ya comenzaron a vender sus animales, pues temen que pase lo mismo que en el año 2011, que ya los animales muy flacos por la falta de agua y comida, no alcanzaban un precio de 800 pesos cada uno, y para evitar ese grande golpe, ahora deciden vender las vaquitas, si baratas, pero no al precio que se pueden caer si esto continua de la misma manera.
Coinciden en señalar los campesinos entrevistados, entre ellos presidentes del comisariado ejidal, productores en pequeño y en grandes extensiones territoriales, que este año pinta para ser en la historia como uno de los más difíciles para las familias del campo, donde no hay producción, no hay apoyos del gobierno federal, no se tiene la más mínima esperanza de obtener algo que los ayude a seguir adelante con sus familias, con sus trabajadores o simplemente con las deudas que han adquirido para tener las herramientas necesarias para trabajar las tierras.
Se ocupa que el gobierno federal se olvide de sus revanchas políticas, se necesita que los legisladores federales de todos los partidos políticos, hagan entender al presidente de la república que urgen programas de apoyo a la gente del campo, pero no solo a los que salen a votar por tal o cual partido político, se necesita que salgan programas que no dejen morir de hambre a las familias campesinas, dijeron.