CANATLÁN, DGO.(OEM).- La Semana Santa 2020 será distinta a todas las que se recuerden, tanto en su aspecto religioso como el deportivo y social, por la contingencia de la Covid-19
Nada de procesiones ni marchas con imágenes religiosas en las calles durante este periodo de recogimiento devocional, quizá parecido a lo registrado en los años 1927 y 1928, cuando la Ley Calles obligó a cerrar templos y evitar sacar pronunciamientos religiosos.
Pero no solo existe religión católica en la ciudad deblas manzanas que vive esos oficios que recuerdan la pasión, muerte y resurrección de Jesús, también existen otras de religiones que, por la contingencia emitida, tendrán que suspender sus cultos congregacionales.
Esta Semana Santa, la sede parroquial en Canatlán permanece con sus puertas abiertas, mostrando pequeños cartelones en hileras de extendidas bancas de madera, con pequeños letreros que informan que máximo cuatro personas deben estar en cada una, guardando distancia y sin darse mano el saludo de paz.
Pareciera que cuatro personas por banca son muchas porque incumplen el protocolo del distanciamiento social de al menos dos metros entre una y otra.
En la parte izquierda del templo, esta la imagen a bulto de Jesús, esto al mediodía de miércoles, con su ropaje morado y su Corona de espinas, ante la mirada de una persona que, sumida en su devoción, oraba en silencio.
Los oficios de Semana Santa en Canatlán se vivirán con mayor devoción, alejado de las representaciones vivientes y paseos de imágenes entre un mar de oraciones repetidas, no tanto por una devoción sino por el temor a un contagio de la Covid-19, que al final, será quien marque la diferencia en esta Semana Santa 2020.