CIUDAD LERDO, Dgo. (OEM).-“No tenemos otros ingresos más que salir a ‘jalar’ en lo que sabemos, porque si no trabajamos no comemos, nosotros vivimos al día”, comentó Eustacio Guerrero Trujillo mejor conocido como “tacho”, bolero de la plaza que tiene 36 años en el oficio.
Al platicar con “tacho” sobre las recomendaciones de no salir de casa mientras pasa la contingencia sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19, dijo, “Si nos han venido a decir que nos resguardemos en casa, pero yo no tengo otros ingresos más que los que saco diariamente de la boleada y si no trabajo, no tendré para llevar el sustento a mi familia”.
Agregó, “Somos 3 personas que trabajamos en esta bolería y sabemos sobre el coronavirus que es muy contagioso, es por ello que estamos tomando las precauciones necesarias, tal como aplicarnos gel antibacterial constantemente y usar cubrebocas diariamente”.
Se le preguntó que no estaba utilizando hoy el cubrebocas y respondió, “Estamos comprando constantemente pero desde ayer ya no hemos encontrado, está agotado en todas partes, pero el dirigente de la CNOP Carlos Cruz nos está apoyando y no entregará más gel y cubrebocas”.
Al ser cuestionado sobre las personas que acuden a bolearse explicó, “Han bajado las ventas de un 50 a 60 por ciento, pues anteriormente atendíamos hasta 25 personas en todo el día y ahora sólo de entre 10 a 12 personas”.
Con base a lo anterior, informó que debido a la baja de clientes, también redujeron el horario de atención, pues antes era de 08:00 de la mañana a las 20:00 horas y ahora de 09:00 a las 17:00 horas.
“Estamos conscientes de que la gente no sale por el coronavirus, las autoridades recomiendan no salir si no hay nada que hacer, pero mis 2 compañeros y yo tenemos que trabajar y llevar algo de dinero para el sustento diario, de lo contrario, ¿Cómo le hacemos? Y pues no hay de otra, o trabajamos o no comemos”, dijo.
“Tacho” comentó que desde los 14 años y hasta la fecha ya con 50 años, se dedica a este oficio de lustrar zapatos, cobrando 20 pesos por cada par, resistiéndose y arriesgándose a seguir trabajando aun y con la contingencia del covid-19, argumentando que no tiene de otra más que seguir “chambeando” para subsistir con su familia.