NUEVO IDEAL, Dgo. (OEM).- Tejamen es un pueblo que sin duda alguna es ícono en la historia de nuestra entidad pues además de contar con aspectos culturales, naturales, mineros, entre otros, fue la cuna que vio nacer al ferrocarrilero Felipe Pescador Valles duranguense ilustre reconocido a nivel nacional.
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Teniendo como marco, la sierra que durante mucho tiempo se conoce como Sierra de la Magdalena, la Sierra Madre Occidental muy cercana a los puntos referenciales que los lugareños denominan: El Picacho, El Cerro de la Cruz y el Picacho de la Redonda, así como el pequeño montículo al que dan el nombre de cerro de Barro; Tejamen se encuentra asentado en una superficie de aproximadamente 40 hectáreas y sobre un suelo completamente accidentado, se ubican 220 casas en 95 manzanas irregulares es un pueblo del municipio en donde el 5 de febrero del año de 1878 nació Felipe Pescador Valles.
Este pueblo es dividido por el arroyo que nace de las aguas que se acumulan en la presa del mismo nombre de Tejamen, corre de sur a noreste, 10 kilómetros son los que lo separa de Nuevo Ideal. Su fundación data, de acuerdo con los pobladores más antiguos, después de fundada la estancia de la Sauceda, (1595-1596), así como de las estancias de Nombre de Dios, Durango capital y San Juan del Río; precisamente cuando los soldados del conquistador Francisco de Ibarra y Fray Jerónimo Ramírez llegaron a lo que actualmente comprende la región tejamense, descubriéndose los primeros yacimientos mineros. Se cree que desde entonces se inicia la población de esta comunidad.
Mientras que otros piensan que la comunidad de Tejamen fue fundada a finales del siglo XVII, sin embargo, la fecha exacta de su fundación se encuentra perdida en el tiempo, lo que es cierto es que en el censo del año de de 1778 levantado en la ciudad de Durango por Velasco de Restan ya hacia referencia a este lugar; por otra parte el altar mayor de la iglesia del lugar se fija como fecha (1802) de la construcción del mismo, aunque se menciona que ya existía un santuario dedicado a la práctica del culto religioso.
Una de las actividades que posicionó a la comunidad de Tejamen a nivel nacional fue la explotación de las minas, las cuales hace años las realizaban de una forma rudimentaria, sin embargo, fueron grandes cantidades las que se extrajo; sin embargo en el año de 1821 fueron adquiridas por empresarios de origen francés, siendo en ese tiempo varias las compañías que explotaron los yacimientos del Real Mineral de Tejámen.
Entre los primeros pobladores cuentan que fueron miembros de la etnia tepehuana, sin que esto indique que el asentamiento humano se encontraba en Tejamen. Por otra parte, señalan que durante el auge minero se llegó a registrar una población flotante de 7 mil habitantes.