Vendedores ambulantes, afectados por la pandemia

El cierre de escuelas plazas, parques, bares, cantinas y el Quédate en casa provoca que haya menos gente en las calles,

Fco. Javier Solis | el Sol de Durango

  · domingo 31 de mayo de 2020

Foto: Fco. Javier Solis | El Sol de Durango

LERDO, Dgo. (OEM).- “Esta pandemia generada por el Covid-19 nos está pegando a todos, pero para algunos sectores comerciales y de la sociedad nos está castigando aún mucho más que no vemos para cuándo termine esta contingencia sanitaria para poder volver a la normalidad y realizar nuestras actividades diarias con el éxito de antes”.

Lo anterior lo manifestó Roberto Alvarado Molina, mejor conocido por los lerdenses como “el Apa”, quien desde hace más de 27 años se dedica a recorrer las calles del centro de la ciudad, plazas, parques y colonias para vender sus duritos de puerco y sus semillas tostadas y saladitas de varios sabores, quien aseguró que con el coronavirus sus ventas han bajado en un 85 y hasta un 90%.

Comentó el Apa “… antes de que se iniciara esta cosa de la pandemia yo salía de mi casa con 100 bolsas de duros y otro tanto de semillas tostadas, y lograba vender si no todas casi la totalidad, ahora actualmente salgo con 15 o 10 bolsas y no se venden, con las pocas ventas no saco ni los gastos de inversión, mucho menos para llevar el sustento familiar (…) de esta actividad comercial depende mi familia, tengo que pagar los gastos del agua, luz, teléfono y alimentación, así como otros gastos propios que se generan como en cualquier hogar, y con lo de las ventas que tengo en el día no me alcanza…”

El cierre de escuelas plazas, parques, bares, cantinas y el Quédate en casa provoca que haya menos gente en las calles, y a la postre ocasiona que no tengamos buenas ventas quienes nos dedicamos al comercio ambulante y es donde empezamos a tener problemas económicos para mantener a nuestras familias.

Foto: Fco. Javier Solis | El Sol de Durango

Ante esta situación, “el Apa” aseguró que se requieren apoyos urgentes “para poder paliar en algo esta difícil situación de salud y económica que nos tocó vivir, ya que de no ser así otras cosas pueden suceder, porque aguantamos frío, calor, tal vez hasta falta de agua, pero el hambre nadie la aguanta, y no hay un padre o madre que no haga lo que sea al ver a sus hijos pequeños pidiendo comida”.