Después de años de batallar en el abasto, ahora las familias de estos lugares tendrán garantizado el servicio hasta la puerta de sus domicilios
Con más obra e infraestructura, el Gobierno Municipal del presidente Jorge Salum del Palacio lleva agua potable a más comunidades rurales, mediante esfuerzos conjuntos con la Comisión de Aguas del Estado (CAED) y sobre todo con la convicción de garantizar los servicios básicos a todas las familias duranguenses.
Prueba de ello es la entrega que encabezó el alcalde de ocho tanques de almacenamiento y equipo más de un pozo para beneficio de ocho comunidades, con inversión total de 513 mil 55 pesos del programa de Agua Potable Rural.
“En las giras rurales la necesidad constante es el agua potable, por eso ahora entregamos estos tanques y equipo para un pozo a fin de de garantizar el abasto y resolver esta demanda después de mucho tiempo de padecerla”, dijo el Munícipe.
En gira con el director de Desarrollo Rural Valente Palomares por San José de la Vinata, inicialmente el jefe de la comuna entregó ocho tanques de almacenamiento de agua –siete de diez mil litros y uno de cinco mil- para beneficio de 195 familias de San Antonio de las Basuras, San Juan de Aguinaldo, Valle Florido, La Purísima, Santa Isabel de Batres, Unidos Venceremos y el poblado anfitrión.
Con inversión de 309 mil 375 pesos, estos tanques resolverán el problema de abasto de agua potable, apoyados con sus propias redes de distribución, en la mayoría de los casos por gravedad, resaltó.
“Antes teníamos que bajar hasta el arroyo para subir el agua y acarrearla en cubetas, pero ahora ya vamos a tener agua hasta nuestras casas”, dijo en agradecimiento Juana Orozco, comisariada ejidal de San Antonio de las Basuras.
Posteriormente, Salum del Palacio acudió al poblado serrano de La Casita para entregar equipamiento de un pozo, con inversión de 203 mil 680 pesos del Ramo 33, en el que se instalaron fotoceldas solares para generar electricidad y una bomba que lleve agua a diferentes comunidades, donde nunca habían tenido agua potable de manera directa en sus domicilios, logrando un impacto en 43 familias.
“El día que salió el agua por primera vez lloré; ¡ay dios mío, ahora sí vamos a tener agua!”, exclamó la señora María del Socorro Hernández.