“Nos están entregando un país sin Estado de Derecho y un país militarizado”, señaló la presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Blanca Estela Castro Torres, al recordar que la Iniciativa Privada ha estado en contra de la decisión de sacar a las calles al Ejército Mexicano para hacer labores de vigilancia, sin embargo ahora ya es una realidad, pues el Senado de la República no es un contrapeso en la votación.
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De ahí que ahora solo les queda tener una organización y hacer equipo desde la sociedad civil, para poder enfrentar lo que se viene con un Ejército inmiscuido en toda la seguridad, lo que incluso repercutirá en temas económicos.
“Somos el único contrapeso que se tiene ante el gobierno, ya con los tres poderes en una sola persona. Necesitamos organizarnos y ponernos de acuerdo, ser tan fuertes como ellos para poder enfrentarlos mediante una planeación adecuada, y sobre todo los resultados que queremos”, dijo.
Castro Torres, se refirió a la falta de apertura del Gobierno federal ante los reclamos de la sociedad, pues en más de 17 estados se aprobó en menos de 24 horas la reforma al Poder Judicial, lo que significa que no hay la intención de escuchar a los ciudadanos, de ahí que necesitan unirse todos los empresarios, incluidos aquellos afines al gobierno para poder ser un contrapeso importante.
“Necesitamos tener una guardia civil, y una militarizada que tiene sus funciones adecuadas. Siento que el Ejército puede mantener la seguridad en el país, sin embargo hay acciones que no le corresponden y en las que necesitamos una guardia civil”, dijo.
Esto se ve reflejado en lo que sucede actualmente en el estado de Sinaloa, donde por su cercanía, el comercio se encuentra frenado, “he estado en comunicación con la presidenta de Coparmex en Sinaloa, y no están saliendo a trabajar, no hay movilidad y está paralizado el estado”, dijo.
De ahí que los productos que se recibían de aquella entidad han dejado de llegar a Durango, aunque sin duda el sector más golpeado es el turístico, sobre todo en el caso de los centros ecoturísticos donde el ciudadano ya no se siente seguro.