Si bien el nuevo sistema de justicia laboral es bueno al agilizar procedimientos y procurar una impartición más expedita, lo cierto es que aún falta socializarlo más entre las partes interesadas; trabajadores y patrones, además litigantes y académicos deben seguirse preparando para este porque actualmente son pocos los profesionales del Derecho que están al día, señaló Miguel Bermúdez Quiñones.
El ex secretario del Trabajo y Previsión Social puntualizó de entrada que este esquema representa un beneficio a la relación laboral, por ser juicios ya no tardados para ambas partes y se basa en el principio de la conciliación.
Reconoció que Durango es de los primeros ocho estados en implementar este sistema, que de manera gradual operará a plenitud en todo el país a mediados del año 2022. La primera fase opera junto con Campeche, Chiapas, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco y Zacatecas, y de manera parcial a Hidalgo, después de San Luis Potosí, Durango es de los estados que en ámbito federal presenta una implementación aceptable, con el detalle del ámbito estatal que aún no esta con una una efectividad importante.
Resaltó que hoy los conflictos laborales se resuelven con un modelo que apuesta por la conciliación mediante una solución pronta y expedita, como el anterior sistema de las Juntas de Conciliación, pero con la diferencia que el nuevo sistema esta soportado por un gran presupuesto económico, que representa infraestructura, equipo, capacitación, personal, presupuesto que el anterior sistema con el que no contó desde hace unos 25 años ,y que el final de los listas representó en una demora increíble de los juicios, que llegaron a procesarse hasta por más de 5 años, actualmente la resolución se da en un máximo de 45 días.
Explicó el especialista que ya las demandas pasan por el Centro de Conciliación y Registro Laboral para mediación y, en caso de no resolverse por esta vía, llegarán a manos de un Tribunal Laboral.
Sin embargo en el ámbito estatal aún no se desarrolla esa dinámica del Sistema, insistió en que hace falta más comunicación e información al respecto. Ojalá que este modelo no caiga en la dinámica gubernamental de dejar al paso de los años, en sistemas sin presupuesto, sin darle seguimiento a la profesionalización.
Bermúdez Quiñones insiste en que hay una comunicación no asertiva, enfocada a la impotencia política, tanto en el gobierno federal como en estatal, pero no se incursionó de manera efectiva el Colegios de Abogados, universidades con la academia, para incluirlo en los planes de estudio, así como permearlo entre las asociaciones de laboralistas, sindicatos y cámaras empresariales.