Orgullo LGBTQ+: La historia de Casandra, mujer trans duranguense

“Uno se va haciendo de un nombre, de valores, de respeto, empecé a ganarme el respeto; también empecé a aprender el oficio de la peluquería y más respeto todavía”

Perla Rodríguez / El Sol de Durango

  · viernes 28 de junio de 2024

"Desde que estaba en la primaria yo me veía diferente cuando tenía como siete años, ya me fijaba en los compañeros, me acuerdo que gustaba arreglarme mis pestañas” / Foto: León Alvarado / El Sol de Durango

Su nombre de pila es Luis Enrique Altamira Alanís, “pero pues la gente me conoce como Casandra (…) toda la vida me han dicho así, desde los 18 o 20 años”, contó para El Sol de Durango una de las figuras más respetables de la comunidad LGBTQ+ en la ciudad capital, donde logró hacerse además de un nuevo nombre, de un oficio en el cual lleva 27 años.

En el corazón de la ciudad, en la zona centro, sobre calle Zarco, entre 20 de Noviembre y 5 de Febrero, se encuentra la Estética Unisex Casandra, que ha sido atendido por ella desde hace casi tres décadas.

En el corazón de la ciudad, en la zona centro, sobre calle Zarco, entre 20 de Noviembre y 5 de Febrero, se encuentra la Estética Unisex Casandra / Foto León Alvarado / El Sol de Durango

Si bien tiene una amplia experiencia en los negocios, también tiene una interesante historia que contar en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT, que se celebra precisamente este viernes 28 de junio. Ella es una de los 10 hijos que tuvieron Ángel Altamira y Amada Alanís.

Hace memoria y tiene como referencia que su transición fue desde los “tiempos del parque”, pues tuvo una etapa en la que acudía con regularidad al Parque Guadiana para jugar voleibol, aunque desde mucho antes se supo con otras preferencias.

"Desde que estaba en la primaria yo me veía diferente cuando tenía como siete años, ya me fijaba en los compañeros, me acuerdo que gustaba arreglarme mis pestañas” / Foto: León Alvarado / El Sol de Durango

“Ahí acudíamos muchas personas gay’s a jugar voleibol (…) pero desde siempre supe, desde que estaba en la primaria, yo me veía diferente cuando tenía como siete años, ya me fijaba en los compañeros, me acuerdo que gustaba arreglarme mis pestañas”.

A su generación le tocó una época aún más complicada, se trata de la década de los 70’s, cuando todo era visto con otros ojos y pensamientos, de tal manera que no era bien visto que alguien dijera ser parte de la comunidad.

“Ahorita ya está todo servido en charola de plata”.

Antes, era una lucha fuerte en las familias, contra el machismo de los papás, hermanos. Contó Casandra que en su momento le restringieron cosas, desde no juntarse con tales personas, hasta otras situaciones, eso fue solamente al inicio. “Siempre me aceptaron, me fui ganando el respeto más que nada”.

"Desde que estaba en la primaria yo me veía diferente cuando tenía como siete años, ya me fijaba en los compañeros, me acuerdo que gustaba arreglarme mis pestañas” / Foto: León Alvarado / El Sol de Durango

Pero “uno se va haciendo de un nombre, de valores, de respeto más que nada, empecé a ganarme el respeto; también empecé a aprender el oficio de la peluquería y más respeto todavía”. Y es que cada día se tienen que enfrentar todos los miembros de la comunidad a que la gente los vea diferentes.

“Más bien la gente lo hace sentir a uno diferente, pero es uno igual, nada más las preferencias cambian, pero igual se trabaja, se lucha y todo lo demás es igual”.

Cambio de Luis Enrique a Casandra, e inicios como emprendedora

En determinado momento se fue mostrando el cambio entre Luis Enrique y Casandra, “me empecé a dejar crecer el cabello”, a la par se arreglaba las pestañas.

Le surgió oportunidad de irse a trabajar a Baja California Sur, y fue cuando regreso que tuvo una nueva propuesta, que fue la de su negocio, el cual mantiene activo hasta hoy, 27 años después. Para ese momento ella ya tenía experiencia, ya trabajaba es otras estéticas.

"Desde que estaba en la primaria yo me veía diferente cuando tenía como siete años, ya me fijaba en los compañeros, me acuerdo que gustaba arreglarme mis pestañas” / Foto: León Alvarado / El Sol de Durango

“Aquí me salió la oportunidad de un amigo, empecé a trabajar con él, y él no se quiso entender del negocio, y me lo traspasó, y ya que me quedé aquí”.

En el corazón de la ciudad, en la zona centro, sobre calle Zarco, entre 20 de Noviembre y 5 de Febrero, se encuentra la Estética Unisex Casandra / Foto León Alvarado / El Sol de Durango

Ha sido complicado, pues refiere que ha tenido bajas, subidas, altibajos, y una de sus experiencias más complicadas y recientes, fue la pandemia del COVID-19, que derivó en un confinamiento obligatorio, y con ello con la parálisis de todo tipo de negocio.

En el corazón de la ciudad, en la zona centro, sobre calle Zarco, entre 20 de Noviembre y 5 de Febrero, se encuentra la Estética Unisex Casandra / Foto León Alvarado / El Sol de Durango

Casandra fue una drag popular

En la época de los 80’s y 90’s, Casandra se dedicó al show travesti, fue una drag, y esto le trajo grandes experiencias. Considera que esto también ha cambiado de aquellos años a la actualidad.

“Nos preparábamos consiguiendo pelucas, vestidos, bordábamos, y ahora ya todo está a la mano, ya lo compran todo listo, y antes buscábamos las zapatillas, les poníamos diamantina, conseguíamos cosas en Guadalajara, México, antes era muy difícil para nosotros”.

En la época de los 80’s y 90’s, Casandra se dedicó al show travesti, fue una drag, y esto le trajo grandes experiencias / Foto: Cortesía

En la época de los 80’s y 90’s, Casandra se dedicó al show travesti, fue una drag, y esto le trajo grandes experiencias / Foto: Cortesía

En la época de los 80’s y 90’s, Casandra se dedicó al show travesti, fue una drag, y esto le trajo grandes experiencias / Foto: Cortesía

Casandra y su hermana cuidaron siempre de su madre

Mientras su padre murió joven, a la edad de 64 años, su madre llegó a los 90 años, y fue Casandra y su hermana quienes se quedaron de compañía, y para cuidarla.

“Yo nunca la abandoné a ella, siempre estuve con ella. Las personas gay’s son los que nos quedamos con las madres”.

El consejo a quienes empiezan en la lucha…

“…que se acepten, que se preparen, que tengan una carrera o algo, es difícil ser una persona considerada diferente, hay que tener estudios, una carrera, algo que lo avale a uno, porque si no se prepara uno es una vida muy difícil”.