Una vez al año, en Durango el grupo de mujeres de Codependientes Anónimas sale a dar la cara para brindar un mensaje a la sociedad sobre lo que significa tener este padecimiento emocional, el cual afecta a casi un 96 por ciento de las mujeres, y genera muchos problemas para la persona que la padece y sus familias, pues así como la droga, el alcohol y otras adicciones, pueden poner en riesgo sus vidas, así es como lo describe Lorena, una de las 45 mujeres que integran este grupo de manera fija.
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La codependencia “es una enfermedad muy engañosa, porque se disfraza de amor, de enamoramiento”: se trata de mujeres cuidadoras, rescatadoras, las madrinas de todos, todo te lo quieren resolver, ayudar, pero a pesar de eso siempre están enojadas.
Los programas de salud del Gobierno dicen que la droga te puede matar, que el alcohol te puede matar, pero nadie te dice que la codependencia es progresiva y que sino la tratas, te puede llevar a tener intentos de suicidio.
Una persona codependiente trae muchas necesidades no resueltas desde la infancia, es una personita que no sintió amor ni aprobación de parte de sus padres, por eso va a buscar ese amor y esa aprobación en donde se la den, y desafortunadamente se relaciona con personas que son incapaces de amar, como en el caso de alcohólicos, drogadictos, adictos al sexo o al juego, y la codependiente piensa que ese otro enfermo, le va a resolver la vida.
La codependencia también duele, una persona codependiente va a hacer más por los demás que por ella misma, primero las necesidades de los demás, “rescata, persigue y se victimiza”, siempre diciendo “no me valoran”, porque busca el controlar a través del victimismo, pero controla por miedo, quiere tener todo bajo control.
“Nosotras venimos de familias represoras, disfuncionales, atribuladas, en donde se ha vivido alcoholismo, drogadicción o violencia, y es muy fácil distinguir a una persona codependiente, porque es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte, y está obsesionado con controlar esa conducta de otra persona”, la cual puede ser su pareja, su hijo, un padre o una madre”.
Codepedencia de Lorena, con su hija
En el caso de Lorena, la codependencia se dio como madre, y comenta “ves a aquellas mamás desviviéndose por los hijos, pero en el afán de resolver, pueden crear hijos inseguros, incapaces de esforzarse un poco, o de salir adelante por ellos mismos".
“Yo llego al grupo por una hija que padece de anorexia”, porque el padecimiento te puede llevar a eso, a tener esos desórdenes alimenticios, ya sea comer demasiado, o comer poco, te puede llevar a tomar pastillas, a tener relaciones sexuales compulsivas, entre muchas cuestiones.
Entonces cuando mi hija estuvo internada, porque ya no podía probar alimento, “ella dependía de no comer”, fue cuando me dijeron,-“sabes que, eres codependiente”, porque me sentía súper responsable de la vida y de los sentimientos de otra persona, de sus acciones, me recomendaron u a terapia y al grupo, para conocer la enfermedad, porque se desconoce mucho de lo que es la codependencia.
Entonces “somos un grupo de puras mujeres, que de alguna manera hemos tocado un fondo de sufrimiento”, porque hablar de codependencia, es hablar de dolor y sufrimiento, todo un mundo, porque son diferentes casos y situaciones las que se presentan, llegarán al grupo también las personas que no han tocado fondo, pero es bueno, porque en este proceso tenemos un programa preventivo.
La codependencia se puede tratar y curar
Como cualquier otro padecimiento, hay tratamiento, incluso se puede curar completamente, asegura Lorena, lo primero es conocer la enfermedad, entonces acudes con codependientes que saben sienten, dicen y hacen lo mismo que tú. En el grupo lo que se trabaja, es el autoconocimiento, porque alguien que padece este problema emocional “no sabe lo que dice, lo que dice no lo siente y lo que siente no lo dice”.
El proceso interior para la autoestima es porque las mujeres codependientes sienten que no valen, no tiene valía hacia su persona, por eso “hace y hace cosas, para que así los demás se den cuenta de que es una buena persona”, dicen quiero que mis hijos sean felices, pero se les pregunta si son felices ellas, o dicen quiero lo mejor para ellos, pero no saben que es lo mejor para ellas mismas, por eso se sigue un programa de 12 pasos de recuperación.
“Se puede permitir cualquier tipo de maltrato, físico, económico y emocional, con tal de tener a alguien a tu lado, de una manera obsesiva”, pero se vive como parte de tu vida, porque son patrones adquiridos desde tu infancia, y terminas haciendo lo mismo que tu mamá, son cuestiones que se pueden repetir de generación en generación, pues así se aprendió en el hogar.
Por eso también hay un Grupo de “Coditas”, que son niñas desde los 11 años que ya están viviendo la codependencia o los estragos. Este año estamos celebrando los 18 años de nuestro grupo, con una junta pública de información el sábado 02 de septiembre, a las 16:00 horas en el Auditorio del Hospital 450, una junta abierta para hombres y mujeres, no niños, donde se platicara sobre el padecimiento y como el grupo ha ayudado a diferentes mujeres y sus familias.
En general son tantas las emociones, tantos los problemas, que a veces se piensa que no hay salida, pero sí la hay, por eso nosotras pasamos el mensaje a las personas que no creen que hay otra salida, quien así lo requiere puede acudir directamente al grupo, en el domicilio de Salvador Nava, # 1105 en la colonia Real del Prado, pasando Libertad, los lunes, miércoles, viernes y sábado de 7 a 8:30, martes y jueves de 8:30 a 10 de la noche, los sábados para jóvenes 1 a 2:30, sin ningún costo, o comunicarse al celular 6181327145.