Ubicado sobre la calle principal de la capital duranguense, la avenida 20 de Noviembre, esquina con calle Juárez, el edificio que se conoce todavía como Sanborns está levantado sobre uno de los sitios donde estaban las primeras construcciones, “recordar que Durango se construyó a partir de la Plaza de Armas, alrededor; y ésta era una de las edificaciones primarias que desde el siglo XVI se hicieron ahí”, explicó para El Sol de Durango el cronista e historiador, Javier Guerrero Romero.
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Y si bien se desconoce que había antes, para el siglo XVIII se sabe que había un inmueble de un solo piso, de adobes. En tanto, la casa actual se construyó a fines del siglo XIX para la familia López Negrete, era la casa de la familia López Negrete, era la casa de Ladislao López Negrete, un abogado y escritor reconocido.
“Este lugar permaneció en manos de la familia hasta que con la revolución en 1913, deciden irse de Durango, pero la casa permanece en manos de ellos y en algunos años después se vende a la familia Durán”.
Es así que se construye el Hotel Posada Durán, que va a hacer un hotel que va a funcionar desde los 40’s y hasta mediados de los 80’s. En ese tiempo fue uno de los hoteles de más prestigio en Durango.
El bar de la Posada Durán fue muy famoso durante mucho tiempo, era el predilecto de los famosos que llegaban para filmar.
En algún momento rentaron locales, y ahí nació una de las primeras papelerías que hubo en Durango como tal, a fines del siglo XIX ahí estaba establecida la Papelería Saracho, ahí nació en la parte baja.
Enseguida el edificio se arrenda a Sanborns, sin embargo al termino del contrato, 20 años después, la tienda cierra al no renovar el contrato. Y finalmente el lugar es adquirido por la organización de la Universidad Autónoma de Durango.
“Lo adquieren y lo re intervienen. Recientemente lo vuelven a abrir, reabren la librería. Y se puso en funcionamiento como parte de las aulas de una de las escuelas de la Lobos. Está funcionando ahí la escuela de Gastronomía, aprovechando justamente todas las instalaciones de cocina que tenía Sanborns, que eran cocinas industriales”.
Considera Javier Guerrero que se trata de un edificio significativo e importante, pues ahí se filmaron varias películas de Durango, tal es el caso de una de las más famosas la de “El tunco Maclovio”, que algunas de sus escenas son ahí.
“La película aparece como la casa de una hacienda en el campo. La magia del cine nos permite trasladar la imagen hasta el campo”.
El mural al interior del edificio
En el comedor del restaurante original de casa, el maestro Francisco Montoya de a Cruz pintó un mural, el de “La Adelita”. Más adelante en una etapa de modificaciones del hotel, se rentan los edificios de la parte baja, y el restaurante cambia de ubicación y se instala una zapatería, por lo que levantan un muro falso para la bodega de los zapatos, de tal manera que queda el mural oculto.
“Cuando el hotel cierra y se renta a Sanborns para que hagan la tienda ahí, se hace un proceso de restauración de un mural, porque estaba maltratado, pues estaba dentro de una bodega, incluso con cosas clavadas”.
En ese momento se restaura el mural, pero también se reubica dentro de la casa, y se lleva a la planta de alta, para formar parte del bar de Sanborns. Es un mural pequeño, pero uno de los valores agregados que tiene el lugar.