La jornada electoral del próximo 6 de junio será un momento crucial para definir el presente y el futuro de nuestro país y por ello, es preciso que todos ejerzamos nuestro voto de manera libre, secretar y en conciencia, manifestó el pastor de la grey católica de Durango, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, quien subrayó que hoy, más que nunca, el bien común reclama más acciones que discursos, de ahí que haya formulado el exhorto a todo el pueblo a realizar un esfuerzo de discernimiento con el objetivo de optar por quienes puedan realizar el auténtico bien común.
El arzobispo Armendáriz Jiménez, destacó lo anterior al dar lectura al mensaje emitido de los obispos mexicanos con motivo del proceso electoral en marcha.
El prelado fue específico al subrayar que nos encontramos enfrentando una época de enormes desafíos en la que el bien común nos exige asumir de forma consciente y comprometida nuestras responsabilidades cívicas y políticas; “por ello, los obispos mexicanos nos dirigimos a todos, sin distinción de credo, vocación, actividad, preferencia política o posición social, para animar a la más amplia participación ciudadana en el actual proceso electoral”.
Participar a través de nuestro voto es un derecho, y para quienes tenemos fe en Jesucristo, es un deber moral ineludible; “la democracia se consolida cuando todos participamos activamente”.
Luego, destacó que en efecto, la jornada electoral del próximo 6 de junio, es una de las más grandes que se han organizado en la historia de México. Además, se suman diversos factores de carácter sanitario, social, económico y político que hacen de esta “elección intermedia” un momento crucial para definir el presente y el futuro de nuestro país; “ante ello, es preciso que todos ejerzamos nuestro voto de manera libre, secreta y en conciencia, entendiendo que cada voto cuenta”.
El arzobispo Faustino puso en claro que los ministros de culto de las iglesias “no debemos ni pretendemos hacer propaganda o proselitismo a favor o en contra de cualquier candidato, agrupación o partido político; “somos conscientes que nuestra doctrina social nos enseña que la fe en Jesucristo puede dar lugar a compromisos políticos diversos”.
En este sentido, advirtió, todos estamos llamados a formar nuestra conciencia y a proponer y defender con libertad y creatividad los valores esenciales que configuran el bien común, sin los cuales, hasta la misma democracia puede estar en riesgo; “los obispos mexicanos sabemos bien que es necesario cuidar los fundamentos de la democracia y las instituciones que la salvaguardan”.
En otra parte de su lectura, Armendáriz Jiménez formuló el exhorto a todo el pueblo de México a realizar un esfuerzo de discernimiento con el objetivo de optar por quienes puedan realizar el auténtico bien común; “a los creyentes, en particular, los invitamos a sumarse con la oración y la debida colaboración para pedir luz en el discernimiento personal y para que los comicios y sus eventuales controversias, se realicen de manera ordenada, pacífica y con el más estricto apego a Derecho”.
De igual manera, fue concreto al reiterar que al momento de votar es preciso buscar el bien posible, es decir, hay que discernir qué partido o candidato realiza el bien común en las circunstancias concretas; “muy frecuentemente el bien posible no es el “ideal”; sin embargo, es preciso procurar hacer el bien aún cuando éste sea modesto o limitado, evitando, a toda costa, basar la elección en el “mal menor”, ya que el mal, moralmente no puede ser elegido nunca ni como fin ni como medio”.
En la parte final de su alocución, el arzobispo anotó que hoy, más que nunca, el bien común reclama más acciones que discursos; “si hemos avanzado en la cultura democrática debemos extirpar actitudes como la apatía y la indiferencia, así como evitar que cualquier persona o agrupación busquen manipular a los ciudadanos en el ejercicio de su voto a través de la presión, las dádivas o los chantajes”.