En el Rancho Las Flores, ubicado en avenida Jesús Beltrán, en Hacienda Las Flores, el color amarillo del cempasúchil, y el tono rojizo de la mano de león -las flores más famosas de la época- han cobrado popularidad, lo que ha derivado en escenarios muy instagrameables, ¡de película!, pero que son totalmente reales y eso es gracias a Víctor Briseño, quien lleva prácticamente toda la vida dedicado a la floricultura y hortalizas; y es que es una tradición de generación en generación, su abuelo y su padre trabajaban en ello.
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Aquí se cultivan flores emblemáticas como el cempasúchil, mano de león, bellas julias, crisantemos, nube y panalillo, todas esenciales para embellecer los altares y panteones durante el Día de Muertos, este 2 de noviembre.
Según contó Víctor Briseño a El Sol de Durango, lograr estos campos con los colores propios de la temporada requiere dedicación, esfuerzo y sobre todo tiempo. La producción de estas flores es un proceso laborioso que inicia cinco meses antes de la celebración, comenzando con la preparación del terreno.
“Es proceso de algunos cinco meses, desde que empezamos a preparar la tierra, los barbechos, rastreo, surqueo, y todo eso. Preparar la tierra para la siembra”. Sin embargo, refirió que se va en contra de los cambios climáticos, que han sido muy drásticos y severos, al menos en los últimos dos años.
Durante la temporada de Día de Muertos, que abarca octubre y noviembre, se ofrecen ramos surtidos a 100 pesos cada uno. El cempasúchil se vende por separado, dado su valor simbólico en las festividades. Puedes acudir por tus flores desde las 8:00 de la mañana.
Con un personal que crece en épocas de mayor demanda, en el Rancho Las Flores se sigue cultivando no solo una variedad de flores, sino también el legado de amor y dedicación por esta labor.