Con el fin de salvaguardar los derechos de los conductores, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) participó como observador en el operativo antialcohol.
Personal encabezado por el presidente Marco Antonio Güereca Díaz, fueron testigos de las acciones emprendidas por la Dirección Municipal de Seguridad Pública en los diversos retenes ubicados en la capital de Durango.
Fue en punto de las 21:00 horas cuando la CEDH se trasladó al inicio del operativo, donde en primer término se tomó lista a los agentes que habrían de participar durante la noche y madrugada del fin de semana, destacando la presencia del titular de la DMSP Joaquín Antonio Gardeazabal Niebla, así como de los comandantes y jefes de operativos antialcohol.
Marco Güereca Díaz, fue muy enfático al destacar que la protección de los derechos humanos abarca tanto a civiles como agentes de tránsito, ya que todos deben actuar dentro de las garantías a la que tiene derecho todo ser humano.
De forma inmediata se coordinaron los operativos itinerantes que se ubican cada fin de semana por diferentes zonas de la ciudad capital de Durango, hasta donde acudió personal de la CEDH para participar como observadores.
Proteger los derechos de las mujeres y adultos mayores, ha sido una recomendación permanente de parte de Güereca Díaz, pues explicó que al ser operativos nocturnos, son éstos sectores los que se ven más vulnerables.
Asimismo, en el caso de jóvenes a quienes se deben respetar sus derechos y a la vez orientarlos a no consumir bebidas alcohólicas y conducir al mismo tiempo, en tanto que los automovilistas en general, también tienen derechos que se deben cumplir.
“Se trata de respetar los derechos humanos de ambas partes, y sobre todo ser cuidadosos con los derechos de sectores vulnerables como las mujeres que pueden ir conduciendo solas y los adultos mayores que evidentemente no han consumido alcohol. Pero también de hacer consciencia en los jóvenes para que no ingieran bebidas y en general no conducir bajo los efectos del alcohol”, comentó.
Por otra parte, los agentes tienen derecho a no ser violentados, a contar con las herramientas y medidas de seguridad para su protección al ser un trabajo del alto riesgo, y en general a que en Durango, se viva en un clima de respeto y tranquilidad por el bien de todos.