De acuerdo con el último registro que tiene el DIF Municipal, en la ciudad de Durango existen al menos 120 personas en situación de calle, lo que ya representa un problema para el comercio local, sobre todo quienes se encuentran en el primer cuadro de la ciudad, pues al padecer muchos de ellos de sus facultades mentales, suelen ser agresivos con quienes pasean y consumen en la zona.
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Según información de la presidenta de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), Beatriz Zamora Nájera, esto ya se ha vuelto un foco rojo y alarma a los comerciantes pues cabe mencionar que el 90 por ciento de ellos padece de sus facultades mentales o son adictos a alguna droga, lo que los lleva a cometer robos en las mercancías, hostigan a las personas e irrumpen en los negocios.
Señaló que ya hace dos años de que se les hizo saber de esta problemática a las autoridades tanto municipales, como estatales y se acordó que iban a realizan un cambio de la sede del Albergue conocido como Tambitos, por lo que confían en que esta estrategia aleje a estas personas de la zona.
Aunque en general todos los establecimientos se han visto afectados por las conductas de las personas en situación de calle, son los comercios de comida los que mayores afectaciones presentan ya que muchos de estos cuentan con mesas en la vía pública y ello genera incomodidad para quienes se encuentran degustando sus alimentos y pasando un buen rato.
“Hay indigentes que llegan y se llevan producto, otros que se ponen agresivos y están aventando cosas, hay personas que hostigan a la clientela y todo eso nos afecta”, comentó la líder de los comerciantes.
Esto fue confirmado por la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Adriana Porras Zubiría, quien aseguró que se trata de un problema social muy complejo que además da una mala imagen al turismo en el Centro Histórico y Paseo Constitución, pues muchos de ellos rondan por la zona.
Si bien reconoció la función de Tambitos en la alimentación y procuración de un espacio seguro para ellos, la ubicación no es la mejor, por ello incluso se habló en su momento de que ya existía un lugar para reubicarlo y estaban a la espera de ello.
“La mayoría de las veces son personas que no están equilibradas mentalmente, es molesto que estás comiendo en las mesas y llegan a quitarle la comida al comensal, el tema de higiene además de sacar la basura, no quisiéramos que ellos estuvieran en esas condiciones, pero tampoco es justo para las personas que quieren pasear y estar en un ambiente agradable familiar”, dijo.