Pese a que la Arquidiócesis de Durango atiende a la comunidad católica que se encuentra entre Durango y Zacatecas, zona del país que actualmente es una de las de mayor inseguridad por la presencia del crimen organizado, municipios como Río Grande, Sombrerete, Nieves, Miguel Auza, Juan Aldama, no han dejado de realizar sus actividades habituales propias de cada congregación religiosa, informó el vocero Noé Soto Valdez.
Explicó que todos estos lugares, hasta Fresnillo, son atendidos por sacerdotes de Durango, quienes han recibido la recomendación de extremar precauciones en lo que a su seguridad e integridad física se refiere.
“Es un deber que tenemos porque las familias están siendo muy lastimadas, nuestros fieles están con temor y necesitan la ayuda espiritual y por eso los sacerdotes han seguido”, comentó Soto Valdez, al referir que hasta el momento no se han tenido reportes de violencia en contra de sacerdotes o que se impida la realización de sus actividades.
Esto pese a que miembros de grupos delictivos dominan aquel territorio y conocen los movimientos de la población, “han tenido respeto por el ministerio”, comentó.
En relación al tema del miembro de la orden de Franciscanos que perdió la vida en un fuego cruzado entre grupos criminales, en el municipio del Mezquital, en la colindancia con los estados de Zacatecas y Nayarit, mientras se dirigía a la comunidad Tepehuana de Pajaritos; aseguró que no pertenecía a la Arquidiócesis de Durango.
“La información que recibimos es que el ataque no era contra él, sino que iba saliendo de una celebración eucarística y desgraciadamente en el fuego cruzado le arrebataron su vida”, comentó.
Pese a este tipo de incidentes, los fieles no dejan de asistir al oficio religioso por miedo, por el contrario cuando acuden lo hacen con mayor precaución acompañándose unos a otros, con familias completas para ir al templo, “entre la misma población se protegen, pero siguen asistiendo”, comentó el vocero de la Arquidiócesis de Durango, quien dijo se trata de comunidades de mucho fervor.