Ante esta crisis que vive el país debido a la contingencia sanitaria y el impacto a la economía de quienes dependen del sector forestal, más de 200 organizaciones del ramo hacen un llamado al Gobierno federal para desarrollar una estrategia que incida de forma positiva en la gestión sostenible de los recursos forestales en bienestar de miles de personas que dependen de esta actividad
Se manifiesta a través de comunicado que diversas comunidades, pueblos indígenas, ejidos, empresas forestales comunitarias, operadoras turísticas sociales, industriales madereros y organizaciones de la sociedad civil alertan que la actual crisis sanitaria significará un cambio en la forma de vida, trabajo y consumo en torno al sector forestal, lo que impactará negativamente en el bienestar social, económico y ambiental del país.
Las Empresas Forestales Comunitarias y sus aliados advierten sobre el grave momento que atraviesan y que pone en riesgo su supervivencia, lo que podría comprometer la estabilidad del tejido social productivo ante los efectos de la recesión originada por la pandemia y la pérdida de competitividad del bosque versus otros usos de suelo.
De no abordarse esta problemática de manera contundente y decisiva, se incrementará el riesgo de deforestación. Está problemática se vuelve más crítica en un contexto de cambio climático, en donde es necesario más y mejores bosques para mitigarlo.
Ante un escenario que prevé nulo crecimiento, los productores de 22 estados del país, demandan urgentemente el respaldo del Gobierno federal para salvaguardar a las poblaciones que custodian los bosques, así como a las empresas que adquieren y transforman los productos forestales en las diversas cadenas de valor para múltiples sectores productivos.
Con la finalidad de enfrentar la actual situación, los convocantes hacen un llamado al gobierno a construir una estrategia para la reactivación económica y de empleo en el sector forestal y actividades de silvicultura comunitaria para estar en condiciones de amortiguar los efectos más agudos de la crisis.
La estrategia debe impulsar las políticas gubernamentales y asignaciones presupuestarias hacia una economía sostenible de empresas comunitarias que tengan y promuevan buenas prácticas en toda la cadena de valor, así como la creación de un fondo de contingencia para salvaguardar al sector forestal y las actividades de silvicultura en futuras crisis.
El sector forestal debe considerarse una actividad esencial como el alimentario. El trabajo de algunas empresas para fabricar tarimas y empaques influyen en la producción y distribución de alimentos al igual que los productos de higiene y salud que provienen del aprovechamiento de los bosques y que demandan las ciudades en esta pandemia.
México cuenta con una superficie forestal, incluido todo tipo de ecosistemas, de 137.8 millones de hectáreas. Esto equivale al 47.7% de la superficie total del país.
En la actualidad 5.5 millones de hectáreas tienen permiso de aprovechamiento para extraer madera, de las cuales sólo 1.3 millones cuentan con certificación internacional.