Uno de los lugares más emblemáticos, representativo y céntrico de la ciudad de Durango, es la Plaza de Armas, misma que es concurrida diariamente por los duranguenses y turistas.
Además de ser el corazón de Durango, también es la parte vital del estado. Este lugar se fundó el 8 de julio de 1563, tomó su trazo inicial por parte de del capitán Alonso de Pacheco.
La plaza principal de nuestra ciudad fue utilizada en diversas ocasiones por cuerpos del ejército, para realizar maniobras militares: el año de 1864, por las fuerzas francesas durante la intervención y en el año de 1913 por las fuerzas revolucionarias que tomaron la ciudad; de tal manera que puede justificarse el nombre que le hemos dado los durangueños, de llamarla plaza de armas.
Conforme han pasado los años, la plaza ha sido un lugar cambiante, pues al ser un sitio icónico, se le ha dado mantenimiento, ya que es un espacio público encantador con jardines bien cuidados, fuentes y bancos donde los visitantes pueden descansar y disfrutar del ambiente relajado. La plaza también alberga eventos culturales y festivales a lo largo del año, lo que la convierte en el corazón de la vida social y cultural de Durango.
También es considerado el escenario principal para tener encuentros y desencuentros. De amores furtivos y secretos centenarios. De fantasmas e inquisiciones. De historias y leyendas.
La Plaza de Armas se encuentra a una cuadra de la Plaza IV Centenario, ubicada en el Centro Histórico sobre la calle principal de la avenida 20 de Noviembre.
Sobre su suelo se construyó el edificio de las Casas Capitulares y la Cárcel Municipal, edificios que fueron demolidos y años más tarde sustituidos por el Hotel Richelieu y el Palacio Municipal, construido en 1890.
Uno de los elementos más destacados de esta plaza es la majestuosa Catedral Basílica Menor de Durango, que se alza en su lado norte. La Catedral es un ejemplo impresionante de la arquitectura barroca y neoclásica, con una fachada bellamente ornamentada y una serie de altares y capillas interiores que exhiben una gran riqueza artística. Su construcción comenzó en 1695 y se completó en el siglo XVIII, lo que la convierte en una de las catedrales más antiguas de México.
También se encuentra el famoso Kiosko que adorna el centro de nuestra Plaza de Armas, luciendo reluciente con su cantera rosada y su altura, que sin duda a propios y extraños no deja de sorprendernos.
Kiosco principal de la Plaza de Armas
El Kiosco construido en 1948, está fabricado en cantera rosa, en forma de dodecaedro con los nombres de doce ilustres duranguenses del arte en la parte superior de cada arco.
Fue erigido al centro de la plancha, rodeado por cuatro grandes jardines, a los que se les agregaron diversos tipos de fuentes, desde las de cantera, hasta grandes espejos de agua contemporáneos, siendo que la remodelación total llevó casi dos años de intervención luego de que la cantera del Kiosco fue traída desde la zona de Zacatecas y fue inaugurado por el gobernador de ese entonces Enrique Torres Sánchez.
Este lugar ha sido testigo de grandes acontecimientos pues se encuentra en el punto central del centro histórico y frente a él se han realizado, plantones, mítines políticos, eventos culturales, conciertos de todo estilo de música entre diversas situaciones.
Mencionar que al día de hoy se ha convertido en una tradición decorar este kiosco en diversas épocas del año referente a alguna festividad, como navidad, día de la independencia, la conmemoración del día de la mujer o algunos otros eventos.
Cabe destacar que en el kiosco se encuentra la tienda de artesanías "Los Tlacuilos", un espacio en el que se comercializan los trabajos hechos por los alumnos y colaboradores de la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) La cual fue inaugurada desde 1957 por el maestro muralista Francisco Montoya de la Cruz, con el propósito de apoyar con algunos ingresos a quienes en aquella época estudiaban en la institución.
Allí se pueden encontrar piezas de vidrio soplado, textiles, figuras de cerámica y mucho más.
Este espacio dedicado a la venta de artesanía es desconocido por muchos duranguenses, por lo que la mayoría de las ventas, en la actualidad, son hechas por los turistas que visitan la ciudad.