Pocos nos habíamos puesto a pensar en una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo y que cambió la forma en la que se vivía hasta hace unos meses, y que además nos ha colocado en el dilema real de prevenir o morir.
Este fenómeno no está considerado para recibir apoyos por parte del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) por ende, deja a las entidades en una indefensión total para poder auxiliar a la ciudadanía.
Así describe el Coordinador Estatal de Contingencia Covid-19, Guillermo Pacheco, la dimensión de la pandemia que azota al mundo, a México y a Durango, donde lamentó el desinterés que existe entre la población para atender las medidas de prevención y donde a pesar de los decesos y las condiciones generadas por la contingencia, aún hay quienes se dicen escépticos.
Precisamente en asunto de la emergencia epidemiológica es el tema principal en la charla sostenida con Pacheco Valenzuela, al retomar dentro de la barra de programas de El Sol de Durango que se transmiten a través de Facebook Live, el programa “Rostros… la otra cara de la moneda”, ciertamente suspendido meses atrás a raíz de las dificultades provocadas a partir de la cuarentena, donde se hizo necesario el distanciamiento social.
EL TEMA DE LA PROTECCIÓN CIVIL NO HABÍA SIDO VALORADO
De entrada, Pachecho Valenzuela, subrayó que el tema de la Protección Civil no tenía el interés que requiere a pesar de su trascendencia, “Protección Civil, es un espacio totalmente diferente a un cuerpo de bomberos, y a pesar de ello, hay municipios en los que aún se confunden estas áreas, y consecuentemente no se le da la importancia que tiene la gestión integral de riesgos”, señaló.
De hecho, Durango no contaba en con un marco legal sobre la materia, y aunque ahora existe una Ley, nadie la conoce hasta la fecha y consecuentemente nadie la respeta o cada quien la interpreta como mejor le convenga, comentó durante la plática quien actualmente es el coordinador estatal de Protección Civil en el estado.
En este contexto, a su llegada a la dependencia, primero se hizo un Reglamento Estatal de Protección Civil, a fin de tener sustento legal en la actuación, que entonces no contaba con éste, solamente había la Ley, misma que tenía muchas lagunas.
Por ejemplo, solamente 3% del personal cumplía con el perfil para poder ser parte de la Coordinación Estatal de Protección Civil.
EN NÚMEROS ROJOS
Las carencias eran latentes, falta de equipo, capacitación, procedimientos; en la Coordinación Nacional de Protección Civil, Durango figuraba con números rojos, porque no se entregaban los programas especiales sobre incendios forestales, temporadas de lluvias, nevadas, etcétera, “cuando la entidad tiene todos los fenómenos naturales habidos y por haber, y desafortunadamente la gente no entiende que más vale prevenir que lamentar”.
“Nos enfocábamos en el aquí no pasa nada, cuando en el Sistema Estatal de Protección Civil deben plasmarse todos los riesgos que tiene la entidad, cómo prevenirlos, atacarlos y cómo regresar a la normalidad lo más pronto posible”, comentó.
Y es que en todo este marco, cada ciudadano tiene una obligación en el sistema, al igual que las autoridades que conforman el Consejo Estatal de Protección Civil que lidera el gobernador del estado y con base en el fenómeno, determinada dependencia encabeza las acciones respectivas, le toca a la Secretaría de Salud, en el caso de la pandemia.
Al formular un panorama de las condiciones que tenía esa oficina y los cambios que ha experimentado desde su llegada al puesto de subsecretario Estatal de Protección Civil, reflexionó que pocos se habían planteado la idea de tener una emergencia sanitaria que cambiara la forma de vida.
“En las modificaciones generadas por la emergencia sanitaria, se incluye la operación de la Coordinación Estatal de Protección Civil, puesto que este fenómeno no está considerado para recibir apoyos por parte del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), por ende, deja a las entidades en una indefensión total para poder auxiliar a la ciudadanía y a los municipios en sus coordinaciones, para solventar la situación del Covid.
Recuerda que desde noviembre de 2019, se presentaron problemas meteorológicos importantes, como las precipitaciones pluviales extraordinarias que generaron serios problemas en algunas zonas de la entidad.
Luego en diciembre y enero las nevadas y las bajas temperaturas. De tal forma que cuando se pensaba que el 2020 o al menos en sus primeros meses, se prestaría para un respiro, llega la contingencia epidemiológica, que toma desprevenidos a todos.
A pregunta expresa, el especialista detalló que Protección Civil desafortunadamente es la dependencia con menor percepción salarial que tiene el Gobierno del Estado; “es una situación que estamos revisando y esperamos que ahora que se dan cuenta de la valía que tiene un área que estaba olvidada, con infraestructura vehicular acabada además, carencia de equipo en general y de capacitación personal, pues que cambien las condiciones”.
Asegura que en poco tiempo se ha modificado el estatus que tenía la corporación, de tal forma que hoy, apenas unos meses después, hasta el 80% del personal tiene ya la carrera de Técnico Básico de Protección Civil, “en el primer año de mi gestión cada trabajador miembro de la Coordinación, recibió aproximadamente 900 horas de capacitación”.
Aseguró que todos estos aspectos son fundamentales por toda la responsabilidad que deber asumir Protección Civil, sobre todo hoy que hasta que no exista una vacuna, “vamos a trabajar en la nueva normalidad y en un total cambio de forma de vida que ha provocado la contingencia sanitaria”.
LA CIUDADANÍA NO ENTIENDE QUE EL CONFINAMIENTO ES UNA MEDIDA PREVENTIVA
Al abundar en torno a la pandemia, señaló que desde mayo, hay en Durango una movilidad exagerada y la ciudadanía no entiende que el confinamiento, la invitación a quedarnos en casa, es una medida preventiva.
Destacó que las acciones realizadas al inicio de la contingencia, hicieron que se contuviera la propagación del virus. Sin embargo, de mayo a la fecha comenzó una controversia con la federación por el manejo de los parámetros llamados semáforos, donde ha prevalecido la confusión.
Guillermo Pacheco refiere que en los primeros 14 días del mes de julio se registraron movilidades positivas superiores al 75%, “la reflexión al respecto es en el sentido de que no es posible que en Durango tengamos mayor movilidad que la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey”.
Además a la gente no le interesa la situación, cuando el tema es serio y no lo vemos así hasta cuando la enfermedad pega en algún familiar o amigo, alguien cercano.
Advierte que la condición prevaleciente apunta en efecto a que el sistema de salud colapse, y no por que no haya camas, sino porque no hay personal médico suficiente que atienda al número de personas que cada día llegan a los hospitales en condiciones graves.
Recordó la crítica a la que fue sometido por proponer el “hoy no circula”, e incluso, por pedir sacar de la circulación los automotores sin placas.
“Desafortunadamente si la gente no entiende que es una responsabilidad propia de cada quien, en un sistema que incluso puede llegar a aplicar sanciones por omisión a la propia Coordinación Estatal de Protección Civil”, dijo.
A pesar de los escépticos, de quienes no atienden las medidas, la condición es muy clara en este marco: prevenir o morir.
De igual manera, en el ámbito empresarial, consideró que no se atenderán a las medidas hasta que no pegue en el bolsillo. Señaló que no hay conciencia y ha dado cuenta personalmente del desinterés de algunos comerciantes.
Cita el ejemplo de una farmacia, con un tapete sucio, sin líquido sanitizante, sin toma de temperatura, con gente sin cubreboca como dependientes. Luego de advertir sobre las anomalías y la posibilidad de ser sujeto de una sanción, el responsable del negocio en tono de burla e indolencia responde “pues cierre”.
No obstante la campaña de prevención y todas las recomendaciones, siguen sin ser acatadas, con familias enteras que circulan en sus vehículos, incluso autoridades que circulan por la calle y sin atender.
Finalmente reiteró el llamado a toda la comunidad para que se atiendan las recomendaciones, los protocolos, porque la cuestión es real y es seria, “al grado de ubicarnos en la disyuntiva de prevenir o morir”, dijo.