PRI Durango no cedió a caprichos del alcalde de Mezquital: Benítez Ojeda

Tras la renuncia anunciada por el propio Osbaldo Santillán, el dirigente estatal priista aseguró que en el tricolor nadie sobra, sin embargo a él se le dieron todas las atenciones

Belem Hernández | El Sol de Durango

  · lunes 1 de marzo de 2021

Foto: Ángel Meraz | El Sol de Durango

Era de esperarse, dijo Luis Enríquez Benítez Ojeda, presidente estatal del PRI ante la renuncia del presidente municipal del Mezquital, Osbaldo Santillán, al partido, “se trata de la crónica de renuncia anunciada” y calificó al alcalde de ser un mal agradecido y traidor, “sabíamos que a eso se encaminaba después de que no se le concedieron sus caprichos y no se le concedió a él o a su esposa como candidatos”.

Benítez Ojeda puntualizó que en el tricolor nadie sobra, y lamentó que los habitantes del Mezquital, quienes esperan que los gobernantes prioricen sus tareas y cumplan periodos constitucionales, no sean escuchados por estos, pues es un municipio con muchas carencia y pobreza.

Reiteró que el presidente municipal recibió todas atenciones por parte del partido, “él es producto de una decisión del partido”, y dejó claro que desde el delgado Roberto Padilla Márquez, hasta las diversas secretarias estuvieron presentes procurando acuerdos con él.

“La renuncia confirma que su objetivo fue pavimentar su salida y renunciar al PRI, la militancia del Mezquital seguirá siendo reconocida como la más leal al partido”, añadió Benítez Ojeda, quien informó que la renuncia se debe a que Osbaldo Santillán pretende participar en el proceso electoral como candidato a diputado, pero también busca la reelección a la presidencia municipal de este municipio.

Pero debido a un acuerdo histórico que existe en el PRI, donde un trienio le toca participar a un mestizo y un trienio a un indígena, por lo que el alcalde está consciente que en este proceso el partido no lo postularía.

Sin embargo enfatizó que en seguimiento a lo que la ley señala, para poderse reelegir debe hacerlo bajo las siglas de los partidos que lo hayan postulado, en este caso el PRI, al menos que renuncie al partido dentro de la primera mitad de su gestión, la cual este lunes a la media noche se cumple 548 días, mitad de los mil 96 días de administración.

“Lo hace en el filo del tiempo para poder estar en libertad con otra fuerza política, buscar en el 2022 incluso la reelección al puesto. No puede argumentar nada”, comentó el priista.

Agregó que el personaje político en mención cuenta con denuncias por violencia política de género, existe una solicitud de expulsión por traición y en el Comité Municipal del Mezquital se interpuso una denuncia en la Contraloría del partido debido a que el mobiliario y equipo que existía fue sacado por gente que él mando, ante ello se levantó una acta y se procederá en consecuencia.

Por otra parte, en la acostumbrada rueda de prensa de los lunes, Benítez Ojeda habló del retroceso que representa la reforma propuesta por el Ejecutivo federal a la Ley de la Industria Eléctrica, ya aprobada por la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y en discusión en el Senado de la República.

“Mientras el mundo comienza a dejar atrás las energías no sustentables, orientándose a las limpias como la eólica, la solar e incluso la nuclear, México va de nuevo hacia el pasado, porque con la reforma aprobada se pretende concentrar en la ineficiente Comisión Federal de Electricidad la participación del sector, obstaculizar la inversión privada en él y fortaleciendo la producción de energía con base en petróleo y carbón, la más perjudicial del planeta”, aseguró.

Los legisladores desestimaron las opiniones de los expertos y rechazaron escuchar a los mexicanos al decidir aprobar esta iniciativa que es inconstitucional y no tiene sustento, lo cual someterá al país a una lluvia de amparos y acciones basados incluso en leyes y tratados internacionales.

No existen recursos económicos suficientes para que el gobierno invierta lo que se requiere para atender la industria, y al apostar por energías contaminantes e ineficientes, se aumentan los costos de generación, por lo que, por una parte se incrementarán las tarifas y se afectará a los usuarios; mientras que la industria no podrá sostener el nivel de sus consumos con los nuevos costos y eso se reflejará en despidos y cierres, concluyó.

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