A inicios del mes de noviembre, entre el 78 y el 80 por ciento de las tierras sembradas con frijol se encuentran en la etapa de corte, esto significa que en breve iniciarán con el proceso de trillado de la leguminosa, un proceso que se sigue para extraer el grano de la planta.
Sin embargo los campesinos aseguran que a la fecha no cuentan con un precio establecido para la venta al público, lo que significa que quedará en manos de los denominados “coyotes”, es decir, intermediarios que se encargan de la comercialización del frijol y quienes suelen aprovechar este tipo de incertidumbre para su beneficio, según advierten los propios campesinos.
Cabe señalar que desde el mes de junio los campesinos comenzaron a trabajar la tierra para la siembra del producto, fecha que ellos consideran ideal para que la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, mejor conocida como (ASERCA) fije el precio del frijol a fin de establecer cuál será su costo de producción, sin embargo agricultores afirman que son ignorados en esta recomendación.
Actualmente la comercialización ya inició, sin embargo el precio que actualmente ostenta el producto de 10.50 pesos solo los perjudica, ya que está por debajo de lo invertido en la cosecha que actualmente es de aproximadamente 10 mil pesos por hectárea, de la que se extrae un promedio de 800 kilos.
De ahí que piden a ASERCA fijar el precio en al menos 15 pesos por kilogramo con pago a los productores, a fin de que esta actividad siga siendo rentable para el campesino. Actualmente no existe una asociación que defienda sus derechos, por lo que solo dependen del precio que fije la dependencia federal dependiente de la Sagarpa.