Productores de 12 los municipios que desde hace casi un año no reciben los recursos correspondientes al programa Sembrando Vida, por lo que desde hace unos días mantienen tomadas las instalaciones de la Secretaría del Bienestar, de ahí que ante la negativa del delegado, Jhonatan Jardines Fraire de recibirlos, han optado por permanecer en las oficinas donde dicen ya han recibido insultos por parte de los beneficiarios de otros programas porque no han podido realizar sus trámites.
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De acuerdo con el encargado de la organización Antorcha Campesina en el municipio del Mezquital, Jesús García, aunque estos productores ya han realizado el trabajo que les corresponde, no se le ha hecho efectivo el pago; incluso en algunos casos denuncian que el técnico del programa les pide la mitad del pago que se les entrega porque según dicen “ellos hicieron la gestión y por consiguiente les toca la mitad de lo que les toca”, señaló.
Explicó que se han presentado varios casos de este tipo sobre todo con productores de la comunidad conocida como duraznitos, a quienes les piden un “moche” por hacer la gestión, sin embargo ellos son trabajadores de la Secretaría del Bienestar y se les paga por hacer ese trabajo.
“Estamos exigiendo que ya se les pague, o mínimo que se les explique ¿por qué no se les quiere pagar?, ¿quién tiene el dinero?”, dijo el activista indígena, al asegurar que el delegado solo procedió a cerrar las oficinas y nadie les ha dicho qué va a proceder.
Oriunda del municipio de Rodeo, Angelita Enríquez, quien es beneficiaria del programa, aseguró que desde el inicio del programa nunca habían tenido problemas para entregarles lo correspondiente a su mes, hasta que se presentó el cambio de tarjetas donde en su caso hubo un problema al duplicar el código de su tarjeta con otro campesino, sin embargo en el mes de agosto se la entregaron, pero sin dinero.
“Nos dijeron que no las checaramos porque se las iba a tragar el cajero, pero la realidad es que no tenían dinero”, comentó la afectada, quien reconoció que si bien están obstaculizando los registros de las personas que quieren recibir un apoyo procedente de uno de los programas sociales, lo cierto es que no pueden ser omisos ante la situación que les está pasando.
Explicó que las reglas de operación del programa les exige tener dos mil 500 plantas en la parcela, así como un vivero, cuyos cuidados implican un costo que ellos están asumiendo en lo que se recibe el recurso federal.
Por su parte, el señor Otilio Ramírez Flores, vive en el anexo conocido como Los Aguilares, a ocho horas de Taxicaringas comunidad que forma parte del Mezquital, quien informó que pese a contar con más de las dos mil 500 plantas que se les exigen, el técnico no ha querido ir hasta su región para corroborar por ellos mismos que efectivamente se tienen las plantas solicitadas.
Por el contrario, si alguna de las personas les dicen que no hay nada, el personal de la Secretaría del Bienestar no supervisa que efectivamente no hay plantaciones, simplemente les ponen una calificación negativa en su reporte y de esta manera no reciben sus recursos.