Desde hace varios días trabajadores del Panteón de Oriente de la ciudad de Durango, fueron sorprendidos por una gran cantidad de ardillas que comenzaron a llegar a este lugar y aunque es una especie que provoca simpatía, la realidad es que no es un espacio apto para puedan vivir y reproducirse.
Francisco Javier Curiel García administrador del Panteón apuntó que quizá se dio este crecimiento de la especie ya que permaneció cerrado durante algún tiempo debido a la pandemia y pocas personas visitaban el panteón, entonces se apropiaron de la zona.
Aunque hasta el momento no hay un daño en las estructuras, ni en el lugar, solo mueven algunas flores y cosas de sitio, buscarán la manera correcta de no afectarlas y llevarlas a un sitio que sea adecuad para que puedan vivir, o incluso buscar la manera de hacer un estudio para ver si pueden permanecer en el panteón.
En cuanto se tuvo conocimiento de la presencia de esta fauna, se realizó un reporte a la Dirección Municipal de Salud Pública, a la Dirección de Medio Ambiente y Servicios Públicos, para buscar una solución real y concreta ya que es la primera vez que se presenta una situación así.
Por su parte la ambientalista e integrante del Movimiento Preservemos los parques Guadiana y Sahuatoba, Aixa Bujduc, manifestó que en este caso lo primero debe ser identificarlas, y conocer los motivos por los cuales se están reproduciendo en ese lugar, y qué daños están causando.
Aseguró que al ser fauna nativa de Durango no pueden matarlas, entonces se debe estudiar si es un problema real o algo temporal, incluso mencionó que pueden ser parte del atractivo turístico del lugar.
El médico Veterinario Zootecnista, Emmanuel Nava, informó que las ardillas solo en casos extremos pueden provocar proliferación de enfermedades, y al aumentar significativamente su número se comenzarán a desplazar, pues demandaran más cantidad de alimento, si no lo encuentran hacen rapiña y comen lo que encuentren.