“Los durangueños podemos nacer donde nos da la gana y poder incluso tener otras nacionalidades”, señaló la ministra de Gobierno y del Interior de la República del Ecuador, Mónica Palencia Núñez, al tomar la frase que hizo famosa la cantante Chavela Vargas, y asegurar que en su corazón lleva siempre a Durango, por ello desea crear algunas políticas que les permita tomar la latinoamericanidad que es tan urgente en estos momentos.
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En su visita a la ciudad, la duranguense de nacimiento, platicó que el destino la llevó a Sudamérica, donde ha sido muy feliz tras su recorrido por países como Colombia y ahora en Ecuador, donde en este último ha tenido la distinción de asumir los cargos que hoy ostenta, tras llevar a cabo el proceso de naturalización.
Palencia Núñez fue una destacada estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), donde obtuvo la medalla Benito Juárez, de ahí que como una abogada y académica, advierte que uno de los más grandes desafíos que se tienen a nivel Latinoamérica es la seguridad, misma que ya no puede tener una connotación local.
“El crimen organizado se volvió afronterizo, ni siquiera trasfronterizo, sin frontera, sin límite; es por eso que tiene nuevas formas cada vez más audaces, de entender (…), por eso nuestra propuesta es inventar una nueva forma de razonamiento para garantizar la seguridad hemisférica”, dijo.
Por ello una de sus apuestas está basada en la cultura, generar espacios donde los mexicanos y ecuatorianos, se vivan más allá de una nacionalidad y lo hagan a través de una causa en común, la Latinoamericanidad, pues es una fiel convencida que solo a través de políticas públicas y el apoyo directo de la sociedad, se podrá lograr la paz que toda Latinoamérica necesita ante los crecientes índices de inseguridad auspiciados por las organizaciones criminales traficantes de drogas.
Por lo que se busca una nueva forma de relacionarse, es tan solo una propuesta de transformación de la matriz cultural para la seguridad de los países Latinoamericanos, trabajando a partir de la Latinoamericanidad a través de conceptos con límites y alcances precisos desde lo académico para luego llevarlo a la práctica.
“Se me ocurre un plan piloto poniendo ciudades hermanas a Durango, con Guayaquil, en la provincia del Guayas en la República del Ecuador, para construir la Latinoamericanidad para los límites de la seguridad”, comentó. Por lo que ante el desbordamiento del crimen organizado rebasa cualquier frontera, poder los ciudadanos construir una nueva forma cultural.
Explicó que dicho proyecto no es solo un colectivo más, sino que cada persona sea un ciudadano activo que viva como latinoamericano ya sea mexicano o ecuatoriano, duranguense o Guayasense, “donde comencemos a trabajar por pequeños usos, costumbres, tradiciones y por nuevas formas culturales de mayor comprensión y trabajo trasfronterizo y podamos salir adelante en algo tan importante como es la seguridad, no solo desde lo físico, sino la seguridad integral”.