Los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación protestaron a nivel nacional por lo que consideran una amenaza a la división de poderes y una injerencia a la vida interna de este poder por parte del legislativo quien pretende poner un tope a los sueldos de sus integrantes; no obstante, y ante las diversas manifestaciones públicas en las sedes estatales del poder judicial, en esta ciudad de Durango no se registraron expresiones abiertas en reacción a la convocatoria hecha por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito.
La Asociación -mediante un posicionamiento público- dio a conocer que se ha impulsado una amplia defensa que incluye la presentación de demandas de amparo en contra de lo que “consideramos un conjunto de acciones sistemáticas e intentos legislativos que buscan la injerencia en la vida interna del Poder Judicial de la Federación, el cual ha sido dotado por la Constitución de mecanismos de autorregulación”.
Y señaló que la independencia “no es un manto de impunidad, es el derecho humano que cada mexicano tiene para que un juez federal lo defienda de los abusos de las autoridades. Porque no puede llamarse democrático un país en donde no haya contrapeso de poderes”.
Por ello, asumieron que “hoy, como nunca antes en la historia de nuestro país, nos presentamos públicamente ante la sociedad para refrendar nuestro compromiso como juzgadores federales para defender la independencia y autonomía del Poder Judicial de la Federación y hacer viva la protesta que rendimos al tomar posesión de nuestro cargo de guardar y hacer guardar a nuestra Constitución”.
Advirtieron que “se ha querido posicionar un falso discurso de que somos privilegiados y que vivimos del abuso del erario público, señalando cantidades excesivas, como que percibimos más de 600 mil pesos que no corresponden ni cercanamente a la realidad, para centralizar como foco de atención un mero asunto de salarios. Nada más falso”.
Agregó la Asociación en el comunicado oficial que “como juzgadores de carrera, formados tras años de servicio, capacitación constante y diversos concursos de oposición, designados por méritos propios, tenemos el compromiso y estamos obligados a cumplir y hacer cumplir la Constitución. A ello hemos entregado nuestras vidas y diariamente con nuestras resoluciones hacemos valer los derechos humanos de las personas contra actos arbitrarios de las autoridades, lo que suele no ser cómodo. Pero eso es la democracia constitucional”.
Y, postuló que en un auténtico régimen de división de poderes, “en una democracia fortalecida como la que permitió este cambio de rumbo, no caben los jueces dóciles o al servicio de nadie”.
Por ello consideró que “la irreductibilidad salarial no es un privilegio, sino solo una de las diversas garantías de independencia de la judicatura, reconocida no solo en la propia Constitución, sino también por las Convenciones y Tratados Internacionales que el Estado Mexicano no solo ha firmado sino ratificado y se ha comprometido a cumplirlos a cabalidad. Así como la inamovilidad y la certeza en las adscripciones, son también requisitos reconocidos internacionalmente para hacer efectiva esa independencia”.
El complejo de edificios del Centro de Justicia Penal Federal de esta ciudad de Durango se observó en su exterior de manera normal, sin manifestación alguna por parte de los juzgadores, resguardado por los elementos fuertemente armados de la Policía Federal.