De darse el caso de la donación de la infraestructura en el tema de Insabi, “sería bueno que el gobierno federal asuma en su totalidad el gasto operativo, en relación a plazas, medicamentos y personal señaló el diputado Rigoberto Quiñonez.
El legislador por la bancada del Partido del Trabajo explicó que Durango fue de los primeros estados en firmar el convenio, por tanto espera que esto no sea una piedra en el zapato y dentro de poco opere de manera oportuna el Instituto de Salud para el Bienestar.
El diputado ejemplifico con el tema educativo, del cual explicó que el gobernador del estado ha pedido en reiteradas ocasiones que el gobierno federal asuma dicho gasto, que en Durango son cerca de 5 mil millones de pesos, de llevarse a cabo sería bueno para la entidad, ya que tendría un respiro y habría recursos para infraestructura y detonar el desarrollo económico.
Añadió que en las próximas horas o días se definirá cuales serán las reglas de operación y de ahí se partirá, por tanto será un tema que se discuta en el próximo periodo ordinario de sesiones.
“Con las reglas habrá mejor claridad y en base a ello se actuará de manera responsable” finalizó.
Por su parte el diputado panista José Antonio Ochoa, señaló que “están creando un Frankenstein en el Insabi, que dentro de poco revivirá”, y coincidió con la opinión del perredista Miguel Ángel Lazalde Ramos, al señalar que entregar los bienes del estado es como dar un cheque en blanco.
El legislador por Acción Nacional indicó respecto a la donación de infraestructura para el Instituto de Salud del Bienestar, que esto significaría comprometer el patrimonio de los duranguenses.
Añadió que el Insabi no tiene un diagnóstico claro, por tanto los más afectados serán los familiares que tendrán que comprometer sus bienes para costear los tratamientos de tercer nivel, como es el caso del cáncer.
Antonio Ochoa resaltó que no se puede permitir donar los bienes ya que son de los duranguenses, “a todos nos han costado, se nos quiere quitar lo que hemos construido por décadas, somos un estado pobre, con el presupuesto más bajo del país, el Gobierno federal no está aportando, ni siendo solidario, está abandonando a su suerte a Durango y todavía se quiere despachar con la cuchara grande, por tanto no se debe comprometer la infraestructura hospitalaria que es patrimonio de los duranguenses”.
Asimismo Miguel Ángel Lazalde Ramos indicó que al no haber reglas de operación vigentes del Insabi, deja en claro que fue un error cambiar de método, “cuando se va a implementar un programa es necesario tener claridad de lo que se va a hacer y aún no hay certeza de lo que se va a cubrir y hasta qué nivel”.
El dirigente perredista en la entidad subrayó que tanto la gente como los gobiernos desconocen cuáles serán las condiciones en las que operará el Instituto que sustituyó al Seguro Popular.
En cuanto a la donación de bienes que propuso el presidente de la República dijo, “no se puede dar un cheque en blanco, se deben analizar las cosas, ya que de no tener el funcionamiento adecuado la gente le reclamara al gobierno del estado y reparar los errores saldrá más caro”.