Por tercer año consecutivo la marcha que conmemora el Día Internacional de la Mujer logró reunir a un importante número de mujeres quienes en su mayoría vestidas de negro, pañoletas moradas y verdes, arribaron a la Plaza de Armas cerca de las 18:00 horas donde ya las esperaban líderes de la lucha feminista en Durango como la reconocida activista, Julieta Hernández Camargo.
Con consignas como "ni una más, ni una más, ni una asesinada más", "feministas unidas, jamás serán vencidas", los gritos resonaron por la Avenida 20 de Noviembre, esa en la que los duranguenses transitan diariamente y que hoy cerró su acceso para recibir a todas aquellas mujeres que enojadas por la situación de desigualdad en la impartición de justicia cada año salen a manifestarse para exigir que pare el acoso, la violación de sus derechos humanos y el desdén por parte de las autoridades.
La tarde de este 2022, fue como la de aquel 8 de marzo de 2019, día que recuerda la presidenta de Si hay Mujeres en Durango, como histórico pues la ciudad logró sumarse a una lucha nacional que por muchos años había permanecido callada y olvidada, quizás por miedo o por vergüenza no se atrevían a salir y gritar un ¡YA BASTA!
Ahora la situación es diferente, las redes sociales han hecho lo suyo y cada vez son más las mujeres que deciden sumarse a un movimiento que ha adoptado los colores morado y verde como el estandarte de un movimiento que surgió luego de las diversas manifestaciones ocurridas a inicios del siglo XX donde se exigía derecho a votar, mejores condiciones laborales en igualdad.
En esta ocasión, como seguramente sucedió en los inicios del feminismo, la calle fue insuficiente para albergar al número de madres, tías, primas, hijas y abuelas que salieron para hacerse visibles. Detrás del templete donde se encontraba una lona que hacía referencia a la fecha, se encontraba una carpa en la que había un grupo de psicólogas quienes atenderían situaciones de crisis pues esta marcha es un escaparate para todas aquellas que deciden alzar la voz y denunciar el acto de acoso o violación de la que fueron objeto.
"Quiero ver a mis compañeras egresadas y no enterradas", dijo una estudiante de medicina quien tomo el micrófono para narrar la historia de Mariana, una joven que murió luego de ser violada en un centro de salud al que llegó para realizar su servicio social, y a quien las autoridades en un inicio determinaron que había sido suicidio.
Cómo el caso de Mariana hay miles en el país, pues tan solo en el 2021 México reporto mil 004 feminicidios, un 2.66% más que en 2020 y de los cuales 10 corresponden al estado de Durango, aunque las asociaciones feministas advierten que son un número mayor.
"Nos da gusto que más mujeres se suman al movimiento, pero también nos preocupa porque eso quiere decir que muchas de estas mujeres están buscando justicia que seguramente no se han obtenido", comento Julieta Hernández Camargo, quién explicó que el movimiento se encuentra dividido por comisiones para lograr una buena organización durante la marcha.
Ya en el templete y micrófono en mano, la activista duranguense, quién por muchos años luchó con apenas unas cuantas mujeres, señaló que pese a que la iniciativa ciudadana a favor del aborto legal que fue entregada en el Congreso local no ha sido ni siquiera revisada por los diputados, van a emprender acciones para exigir que analice y apruebe dicha propuesta emanada de las mujeres, misma que incluso recibió el apoyo de hombres, pues cada año mueren jóvenes luego de recurrir a un aborto de manera clandestina.
Mientras escuchaban a las oradoras con testimonios que las llenaba de indignación, así como a las artistas que surgían ahí a través de un rap, una declamación, etc., algunas decidieron compartir por qué acudieron ahí, como Lucía, nombre ficticio que se utilizará a quien decidió no revelar su nombre, ella es maestra de Ética a nivel preparatoria, asegura que la situación de acoso se encuentra en todos lados, ha permeado a tal grado que mujeres como sus alumnas han preferido callar.
"Yo misma he sido víctima de algún acto de acoso, amigas y familiares también, es común es escuchar historias de este tipo", dijo, mientras de fondo sonaba "Sin miedo", la canción representativa del movimiento feminista y que representa el sentir de todas las mexicanas "que resuene fuerte ¡nos queremos vivas!".
De esta manera, un año más las calles principales de Durango son tomadas por las mujeres, aquellas que son abuelas, madres, hijas, tías, primas, amigas y que a diario se sienten inseguras en la calle, ignoradas por el estado, pero fuertes para seguir exigiendo justicia.