La informalidad en la actividad comercial le resta ventas en un 30 por ciento o más a los comerciantes formales, sobre todo en las temporadas y días de mayor movimiento, lo cual provoca una disminución en las utilidades e incluso les ocasiona serios problemas económicos, considerando que tienen que pagar rentas de los inmuebles que van desde los cinco mil hasta los 30 mil pesos, aunado a los costos de electricidad, impuestos, permisos y nómina, declaró la presidenta de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), Beatriz Zamora Nájera.
Te puede interesar: Registro Civil de Durango realiza más de mil 500 correcciones de duplicidad
Explicó que en las temporadas cuando se incrementan las ventas como es el caso de los festejos de la ciudad de Durango, la temporada decembrina, la salida de las estudiantes, los días festivos como el 10 de mayo, se registra la proliferación de comerciantes informales, afectando seriamente a quienes cumplen con una serie de obligaciones.
Destacó que para una pequeña empresa es muy difícil poder sostenerse cuando existe una competencia desleal que les resta ventas, ya que los informales ofertan sus mercancías muy por debajo de lo que los formales pudieran ofertar.
Refirió que aunque los comerciantes formales llegan a tener alzas en las ventas de hasta un 30 por ciento durante las temporadas como la del mes de julio en la que se festeja la fundación de la ciudad de Durango, éstas pudieran ser de hasta un 60 o 70 por ciento, considerando que el comercio informal se lleva gran parte de las ventas.
Sabemos que muchas personas deciden vender alguna mercancía en sus tiempos libres, con el propósito de poder solventar las necesidades económicas en la familia, sin embargo, laboran sin permisos, si estar dados de alta ante el Sistema de Administración Tributaria, la mayoría de las veces no pagan nómina, mientras que los formales tenemos que cubrir eso y más, por ello los clientes muchas de las veces ven los precios poco atractivos en los aparadores de las tiendas formales.
Comentó que una vez que termina la temporada alta o que pasa el día festivo, esos comerciantes informales desaparecen hasta ver nuevamente la oportunidad de poder vender los artículos de mayor demanda.