Se debe sensibilizar al pueblo de Dios y a las instituciones sobre la importancia de avanzar juntos en atención a la enfermedad, sobre todo porque en años recientes se han tenido que afrontar duras pruebas como la pandemia y actualmente la meningitis; poniendo a prueba una red de capacidades y solidaridad, aunque es necesario seguir buscando estrategias para que a todas las personas se les garantice el acceso a la asistencia y al derecho fundamental de la salud, señaló en su homilía dominical el arzobispo, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez.
Durante la misa celebrada en la Catedral Basílica Menor de esta ciudad donde se conmemoró la XXXI Jornada por los Enfermos, el líder de la grey católica hizo un reconocimiento a todos quienes han estado al frente del cuidado de aquellos que tienen algún padecimiento.
"Porque no valen solamente los que producen o funcionan bien dentro de la sociedad, las personas enfermas están en el centro del pueblo de Dios que avanza con ellos como profecía de una humanidad en la que todos somos valiosos y nadie debe ser descartado", destacó monseñor Armendáriz Jiménez.
Exhortó y animó al equipo arquidiocesano de la Pastoral de la Salud, para que ramifique su ejercicio de amor y caridad en todas las comunidades parroquiales, sobre todo para aquellos enfermos que están solos y especialmente en la ciudad donde la atención sigue siendo limitada.
Además llamó a todos los pastores y sacerdotes para asumir cada vez con más alegría el compromiso de visitar a los enfermos.
Recordó la tragedia que están viviendo muchas familias con la meningitis, por lo es necesario seguir orando y enviarles todo el afecto, esperando que la justicia llegue y ellos se sientan consolados.