Cada año en el Hotel Xcaret Arte, en Quintana Roo, por el mes patrio, se ofrece una noche mexicana para halagar con deliciosos platillos a todos sus huéspedes, que en su gran mayoría son europeos, norteamericanos, canadienses, en general un público mayormente extranjero.
- Te puede interesar: Éstas son las supersticiones más famosas en la cocina mexicana; ¿las habías escuchado?
“Una de las visiones que tiene este hotel es mostrar la riqueza cultural de nuestro país, y no podría quedar fuera la cocina”, declaró la presidenta fundadora del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana Capítulo Durango, Deyanira Navarro.
Y es ella precisamente una de las 32 cocineras invitadas, una de cada estado de la República, para representar en su caso a Durango.
“…para ir a cocinar ese día un platillo representativo de su tierra”, expresó Navarro, de quien este 2023 será el segundo año en que resulta elegida.
Precisamente en ese tenor contó para El Sol de Durango que el año pasado ella llevó para mostrar y que los extranjeros probaran, unos chuales y unas gorditas durangueñas.
“Me acompañó una cocinera que es experta en hacer gorditas, y entonces ella preparó gorditas con los guisos emblemáticos de Durango, fueron un éxito y los chuales también, que fueron la sorpresa, porque no sabían qué era”.
Decían que si era sopa de maíz, o de elote, y es precisamente ahí donde entra la explicación y difusión de la riqueza gastronómica duranguense. Consideró que esto es parte de un homenaje a la comida duranguense, que habla mucho del carácter de la cocina durangueña.
¿Qué cocinará para los extranjeros este 2023?
Deyanira Navarro contó que para esta ocasión envió una propuesta de un plato de reliquia, con patoles, asado, sopa de arroz y diversas sopas, que es lo tradicional. Sin embargo el chef encargado de la muestra gastronómica pidió un solo platillo, y la reliquia pues lleva varios. Entonces, estará compartiendo los patoles con personas de otros países.
“Estaremos llevando patoles, que también son muy representativos de la cocina de Durango. Y habla de las influencias que hemos recibido a través del tiempo. Nosotros tenemos esta construcción de nuestra cocina a través del mestizaje y migraciones de extranjeros que han dejado su rastro y huella en la forma de comer de nosotros”.