Con una mirada inocente, bajo el rostro lleno de polvo y el cabello desalineado, la pequeña de escasos tres años, Kimberly L. caminaba sola a orilla de la carretera Guadalupe Victoria-Ramón Corona, narra en el video que circulo el fin de semana por redes sociales una mujer que fue quien encontró a la menor.
“Tenía su boquita blanca de sed y hambre, dice que quiere leche”, explica la mujer que dio parte a las autoridades del municipio de Guadalupe Victoria, mientras que Kimberly se encuentra sentada sobre un carrito montable de color rosa.
El procurador de Protección de Niñas, niños y Adolecentes del DIF Estatal, José Vidal Silerio Gamboa, explicó que la pequeña es hija de una menor de 17 años, y esta se encontraba bajo el cuidado de la abuela, sin embargo por casi 14 horas la pequeña Kimberly estuvo fuera de su hogar.
Debido a que la menor de quien se desconoce la edad exacta durmió bajo un puente cercano al poblado de Ramón Corona fue picada por hormigas, las cuales no causaron daños significantes, no obstante al llegar el DIF Municipal de Guadalupe Victoria, fue trasladada al hospital cercano para ser evaluada.
Ya que la abuela, cuya menor estaba bajo su cuidado, no interpuso ninguna denuncia por desaparición, el DIF Estatal al hacerse cargo del caso ha solicitado una medida de protección para la niña, así como la investigación por omisión de cuidados.
“No se dio cuenta”, indicó el procurador al ser cuestionado sobre la versión de la abuela. Será en un lapso de 24 horas cuando la juez a cargo del caso dicte las medidas, pero Kimberly L. no podrá salir de Casa Hogar a menos que se acredite que la madre está en condiciones necesarias y cuente con el debido cuidado, además de que la abuela no haya incurrido en ningún delito, “pero será el Ministerio Público quien determine si incurrió en omisión de cuidados o no”, señaló José Vidal Silerio.
Kimberly es originaria de la comunidad de Ramón Corona, aún no se ha localizado a la madre para que declare y explique la situación, de comprobarse omisión de cuidados la pena puede ser hasta de tres años de cárcel para la abuela, mientras que para la mamá al ser menor de edad puede ser sancionada y enviada a tratamiento psicológico.